Monthly Archives - junio 2015

LA IMPORTANCIA DE LA MICROBIOTA INTESTINAL

Desde esta plataforma que son las redes sociales, intentamos concienciar a nuestros amigos y seguidores, de lo importante que es tener unos buenos hábitos alimenticios para gozar de una buena salud, y recomendar complementos que nos ayuden a mejorarla. En este artículo hablaremos de la importancia de un tratamiento a base de prebióticos y microorganismos, diseñado para recuperar la salud de las bacterias del intestino.

¿Quién no ha oído hablar del “bifidus” o del “L casei inmunitas”? Nadie, ¿Verdad? Y sin embargo, todavía hay muchas personas, que cuando oyen la palabra bacteria, la relacionan con infección y enfermedad, porque desconocen que existen muchas que conviven con nosotros de manera simbiótica, es decir, estableciendo una relación de beneficio mutuo. La mayor parte de ellas, las encontramos en el aparato digestivo,  y  más  concretamente en  el  intestino,  en  el  cual  se  ha  observado  la presencia de más de 400 especies diferentes (algunos dicen que es posible que el número llegue a mil), aunque no todas han sido identificadas y estudiadas, y que se agrupan bajo la denominación de “microbiota intestinal”. Algunos autores hablan en sus artículos de la microbiota, como si de un auténtico órgano se tratara, similar al hígado por su capacidad metabólica, compuesto por muchas más células que todas las del cuerpo humano (10 veces más), con un peso que supera el kilo, y que tiene una gran influencia en el mantenimiento saludable de todo nuestro organismo.

Ciertamente, en nuestro intestino conviven bacterias “buenas” y bacterias potencialmente “malas” para nosotros, en un equilibrio en donde las buenas controlan el desarrollo de las malas mediante diferentes mecanismos, como puede ser la producción de sustancias que las inhiben, o la competencia por el lugar de fijación al epitelio intestinal. De esta forma, la microbiota puede ayudarnos a combatir diarreas causadas por el crecimiento de algunos patógenos que han aprovechado la debilidad de la microbiota y la de nuestro sistema inmunitario, para multiplicarse en exceso. Son varios los motivos por los que nuestra microbiota puede verse dañada, como los malos hábitos alimenticios o el consumo de sustancias nocivas, pero sin duda, lo que más afecta negativamente a la microbiota es el consumo de antibióticos. Por eso, para recuperar la “salud” de la microbiota es importante consumir probióticos durante los tratamientos con antibióticos y después de ellos.

Por el contrario, unos buenos hábitos alimenticios, con un consumo adecuado de fibra, o tomar suplementos a base de prebióticos favorece el desarrollo de la microbiota. Aunque lo que más rápido nos permite recuperar la buena salud de la microbiota, es tomar suplementos de microorganismos probióticos bien controlados y con unas características beneficiosas para nosotros que hayan sido contrastadas.

Del desarrollo de suplementos que combinan probióticos y prebióticos, ha surgido el concepto  de  simbiótico,  en  el  que  la  sinergia  entre  ambos  elementos  permite optimizar sus beneficios.

Y en efecto, se ha demostrado que los simbióticos influyen positivamente en la prevención de muchas enfermedades, como por ejemplo la obesidad, la diabetes mellitus de tipo II, la hipercolesterolemia, las enfermedades inflamatorias intestinales (colitis ulcerosa, intestino irritable, Crohn, etc.), e incluso enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. Se ha comprobado, que la microbiota produce y libera sustancias que son beneficiosas para nosotros, en aspectos relacionados con nuestro estado de ánimo (depresión y ansiedad), con la regulación del sistema endocrino (hormonas) y de nuestro sistema inmunitario (control de procesos inflamatorios, alérgicos y tumorales).

Tomar al menos una cápsula al día, es una buena ayuda para la salud de nuestra microbiota intestinal, que como ya sabemos, es imprescindible para mantener nuestra propia salud.

 

Javier Terán, Dr. en Bioquímica y Biología Molecular.

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