Yearly Archives - 2016

Las dietas y los suplementos nutricionales.

Cuando escuchamos a alguien decir que se ha puesto a dieta, nos imaginamos a esa persona restringiendo su ingesta de alimentos para conseguir reducir su peso, lograr una figura esbelta, y caber en el bañador o bikini del año pasado. Sin embargo, en nuestra sociedad se abre paso lentamente el concepto de dieta saludable, esto es, mejorar nuestra salud a través de una nutrición adecuada. Esta dieta no se debe basar sólo en una restricción calórica, ya que también es muy importante el tipo de nutrientes que elegimos. Se considera saludable seguir una dieta mediterránea, lo cual se considera sinónimo de alimentos procedentes de la huerta, lo que nos orienta hacia la dieta vegetariana más o menos estricta.

Estoy absolutamente de acuerdo en la relación que existe entre dieta y salud, pero con algunos matices. Comencemos hablando desde el punto de vista evolutivo, donde es evidente que si bien la dieta ancestral homínida era básicamente vegetariana, no estaba exenta de alimentos de origen animal, carne, pescado, huevos…. Pero si volvemos a nuestros días, a mi me gusta mucho más el punto de vista de la nutrición ortomolecular, basada en el conocimiento científico de cuales son las moléculas que es importante añadir a nuestra dieta, como complemento a una dieta variada y sana.

Actualmente sabemos de la necesidad de ingerir determinados nutrientes esenciales, y hay muchas personas que ajenas a este conocimiento tienen dietas con ciertas carencias, que podrían evitar consumiendo suplementos. Comenzaré por el nutriente más deficitario en la nutrición mundial, el ácido docosahexaenóico (DHA), un ácido graso omega 3 que está implicado en nuestra salud desde el mismo momento de nuestra concepción. También podemos hablar de las vitaminas y algunos minerales como el magnesio, que son muy importantes para el correcto funcionamiento de nuestro metabolismo. Los métodos de producción intensiva de alimentos están ocasionando deficiencias en la cantidad de algunos de estos nutrientes esenciales que tendremos que aportar mediante suplementos. Estas carencias se agravaran durante los períodos de dietas de adelgazamiento, con poca cantidad y variedad de alimentos.

Son varias las empresas que comercializan complementos a las dietas de adelgazamiento con gran despliegue publicitario y enfocado principalmente al público femenino. Bajo la forma de sobres para hacer batidos o de barritas, y con distintos tipos de sabores atractivos, venden unos productos basados en leche desnatada en polvo y unos pocos minerales y vitaminas.

Aunque en España, no tenemos el problema nutricional que sufren muchas personas del tercer mundo, también hay algunas que padecen ciertas enfermedades, y se pueden beneficiar del consumo de este suplemento. Pacientes que sufren anorexia como consecuencia del cáncer, o ancianos con Alzheimer. También jóvenes que padecen trastornos de la alimentación como la anorexia y la bulimia. Todos ellos deberían tomar un superalimento diario para asegurar la ingesta de muchos nutrientes esenciales. Y en general, cualquier persona con una dieta escasa, poco variada y que quiera asegurarse de no incurrir en algún déficit nutricional, debería tomar este suplemento.

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LA BERBERINA

La diabetes mellitus (DM) es un trastorno metabólico del sistema endocrino. Y la diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) es la forma predominante, y representa el 90-95% de todos los pacientes diabéticos. El proceso patofisiológico de la DMT2 es extremadamente complejo, pero muchas evidencias indican que el estrés oxidativo y la inflamación juegan un papel importante. El estrés oxidativo podría ser inducido por el exceso de algunos factores nutricionales como la glucosa y los ácidos grasos libres. El estrés oxidativo puede inducir o empeorar la resistencia a la insulina y la diabetes a través de múltiples mecanismos. El estrés oxidativo debido a las excesivas especies reactivas de oxígeno producidas por las mitocondrias, podría causar daños y la apoptosis de las células beta de los islotes pancreáticos y la reducción de la secreción de insulina. Además. puede activar las vías de señalización celular como el factor nuclear-kB y también interferir con la vía de señalización de la insulina y causar resistencia a la insulina. Además, el estrés oxidativo también contribuye al desarrollo de las complicaciones crónicas de la diabetes, tales como nefropatía diabética, retinopatía y neuropatía. Recientemente, los resultados de los estudios de laboratorio, así como investigaciones clínicas han demostrado que la diabetes es de hecho una enfermedad inflamatoria.

La terapia habitual para la DMT2 incluye una dieta equilibrada, ejercicio adecuado, consumo de fármacos hipoglucemiantes orales, y la inyecciones subcutaneas de insulina. Aunque se ha progresado mucho en los medicamentos antidiabéticos orales y la insulina, todavía existen carencias. La eficacia de los medicamentos antidiabéticos para lograr el control glucémico óptimo es sólo del 41%, que estaba lejos de ser satisfactoria, y ningún fármaco puede mantener el control de la glucemia estable durante años. Además, están la toxicidad y efectos secundarios potenciales de los fármacos antidiabéticos, tales como aumento de peso, pérdida de masa ósea y aumento del riesgo de eventos cardiovasculares. Por ejemplo, los potenciales efectos adversos de las sulfonilureas incluyen hipoglucemia, aumento de peso y daño cardiovascular; la pioglitazona parece aumentar el riesgo de cáncer de vejiga, edema, fracturas de huesos distales en las mujeres posmenopáusicas, etc.; la metformina causa malestar gastrointestinal y está contraindicada en los pacientes diabéticos con insuficiencia renal, enfermedad hepática o insuficiencia cardiopulmonar.

Hay 86 hierbas medicinales de uso frecuente en la DMT2 y sus complicaciones. Se ha demostrado que los tratamientos a base de hierbas naturales poseen un efecto antidiabético leve pero significativo y su uso a largo plazo puede ser útil en el alivio de algunas complicaciones de la diabetes. Además, el uso de la medicina herbal en combinación con fármacos permite reducir las dosis y la frecuencia de administración de estos, lo que reduce los efectos adversos, a la vez que
mejora la eficacia. A diferencia de los fármacos, que por lo general contienen un solo ingrediente activo, las hierbas medicinales incluyen varios ingredientes, que pueden regular integralmente las funciones del cuerpo a través de múltiples objetivos y mecanismos, consiguiendo el alivio de varios trastornos metabólicos (obesidad, hipertensión y dislipidemia) además de la diabetes. Además, las hierbas medicinales poseen menos toxicidad y efectos secundarios, siendo una buena alternativa para el tratamiento de la DMT2.

Entre los tratamientos herbales, la berberina ha despertado interés por su actividad hipoglicemiante e hipolipemiante. También ha demostrado efectos positivos en el tratamiento de la nefropatía diabética, neuropatía diabética y la miocardiopatía diabética. La berberina es un derivado del alcaloide isoquinoleína, que se obtiene principalmente de especies de plantas del género Berberis. Muchos estudios han indicado que la berberina posee multiples actividades terapéuticas: actividad antimicrobiana, antiprotozoaria, y antidiarreica para la diarrea bacteriana. Puede ser eficaz en el tratamiento de diversas enfermedades crónicas, incluyendo diabetes, enfermedades cardiovasculares (antihiperlipidémico y antihipertensivo), cáncer, depresión, y enfermedades inflamatorias. La actividad hipoglicemiante de berberina se debe a que regula el metabolismo de la glucosa a través de múltiples mecanismos y vías de señalización, como el aumento de la sensibilidad a la insulina, la activación de la vía de la proteín quinasa activada por adenosina monofosfato (AMPK), la modulación de la microbiota intestinal, la inhibición de la gluconeogénesis en el hígado, estimulando la glucólisis en las células del tejido periférico, la promoción de la proteína de secreción intestinal similar al glucagón (GLP-1), la regulación positiva de la expresión del mRNA del receptor de lipoproteína de baja densidad hepática, y el aumento del transportador de glucosa.

Algunos ensayos clínicos han demostrado la eficacia hipoglucemiante de la berberina, tanto sola como en combinación con otros fármacos. La dosis habitual es 500 mg tres veces al día y su eficacia hipoglucémica es similar a la de la metformina o la rosiglitazona. Los estudios indican que berberina es un potente agente hipoglucémico oral, que también tiene efectos beneficiosos sobre el metabolismo de los lípidos, reduciendo el colesterol total, el LDL y los triglicéridos. En general, la berberina es segura en el tratamiento de los pacientes con DMT2 y debido a su baja toxicidad se podría utilizar en pacientes diabéticos con hepatitis crónica.

REFERENCIAS:
Zheng Li y cols. (2014) Antioxidant and Anti-Inflammatory Activities of Berberine in the Treatment of Diabetes Mellitus. Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine.
Bing Pang y cols. (2015) Application of Berberine on Treating Type 2 Diabetes Mellitus. International Journal of Endocrinology.

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Nuevas estrategias terapéuticas en la síntesis endógena de colágeno

La importancia del colágeno

Aproximadamente, entre el 25 y el 35% de las proteínas del cuerpo son colágeno. Desde hace años se sabe que con el paso del tiempo perdemos colágeno y se ha identiicado la intensidad de esta pérdida con una mayor velocidad de envejecimiento, con una mayor incidencia sobre la pérdida de cartílago en las articulaciones, y también sobre la pérdida de tersura de la piel.

El tratamiento tradicional se ha basado en preparados a base de cartílago de tiburón, colágeno e hidrolizados de colágeno, o tratamientos con glucosamina o condroitina, entre otros. Todos ellos han sido sometidos a exhaustivos estudios clínicos, que no han sido capaces de concluir si son eicaces o no, para incrementar la síntesis de colágeno.

Recientes estudios sobre nuestro metabolismo de los aminoácidos, han aportado luz a este problema, ya que se ha descubierto que a la lista de aminoácidos esenciales (los que no somos capaces de sintetizar y debemos tomar con la dieta) había que añadir algunos otros, debido a que no somos capaces de sintetizarlos en la cantidad que precisamos para cubrir nuestras necesidades de biosíntesis proteica.

La biosíntesis del colágeno: los precursores

El colágeno tipo 1 está compuesto por un 33% de glicina, 13% de prolina, 9% 4-hidroxiprolina , 0,6% 5-hidroxilisina 0,6%, y otros de menos relevancia estructural.

El aminoácido limitante en la formación de colágeno es la glicina. La glicina es un aminoácido muy importante para la síntesis de esta proteina puesto que por su pequeño tamaño le permite adoptar la estructura en hélice alfa, y por esto cada 3 posiciones de la cadena peptídica encontramos una glicina.
De este aminoácido tenemos unas necesidades diarias de unos 15 o 16 gramos, ya que participa en la síntesis de diferentes sustancias además del colágeno, como las purinas, el glutatión, o su propia utilización como neurotransmisor. Sin embargo, se ha visto que entre la síntesis endógena y el aporte de una nutrición estándar, estamos cubriendo tan sólo unos 6 gramos. Por lo tanto, tenemos un déicit de unos 10 gramos al día, que deberíamos aportar mediante suplementos (1,2).
En principio, la carencia de glicina puede manifestarse provocando una debilidad funcional en cualquiera de los procesos que usan este aminoácido. Puesto que la síntesis de colágeno es el proceso donde más se necesita, ése es el punto más probable en donde podría repercutir su carencia, pero también pueden resentirse otros procesos, como, por ejemplo, la síntesis de poririnas o de sales biliares, e incluso de creatina (1)

colageno-collagen-care

La lisina, además de ser una aminoácido esencial, es muy importante en el mantenimiento estructural del colágeno. En su forma hidroxilada, gracias a la enzima lisina hidroxilasa, coniere estabildad a la triple hélice de colágeno, ya que forma enlaces de hidrógeno entre las diferentes cadenas. Es importante tener
en cuenta que algunos residuos poseen hidratos de carbono unidos de forma covalente (las unidades de hidratos de carbono más frecuentes son disacáridos de glucosa más galactosa,), que se unen al colágeno gracias al grupo hidroxilo de la hidroxilisina. La función de estos disacáridos es todavía desconocida, pero podría tener como objetivo la ordenación de las microibrillas. (1).
La prolina, al igual que la lisina, una vez incorporada a la proteína sufre una hidroxilación, que le permitirá establecer puentes de hidrógeno que estabilizan y consolidan la triple hélice del colágeno. Sin embargo, en estudios in vitro con ibroblastos se ha observado que la síntesis colagénica no se incrementa signiicativamente con la adicción de prolina.(1,3).

Otro aminoácido importante en la síntesis de colágeno, es sin duda la arginina. Este aminoácido no es considerado como esencial, pero diferentes estudios han desarrollado la idea de que si lo es por una cuestión de imposibilidad biofísica.
La idea clásica de la formación de arginina gracias a la ruta de la urea, nos llevaría a pensar que al ser una ruta muy activa, los niveles de arginina son fáciles de asegurar. Sin embargo, la ruta de urea no es tan sencilla como lo muestran los textos básicos, donde los productos se mueven por difusión libre en el medio. Si eso fuera cierto, los intermediarios (incluida la arginina) podrían desviarse hacia otros destinos, pero a inales de los años 80 se demostró que no era así; la arginina se queda atrapada en el ciclo de la urea con el in de mejorar el rendimiento cinético de esta ruta, que es una de las más activas del metabolismo. La consecuencia resultante de esta mejora cinética es que, al perder la arginina la comunicación con las rutas exteriores, la ruta de la urea ha dejado de cumplir su primitiva función, que era la síntesis de arginina. (1,5)

La maduración de la matriz colagénica

El ácido ascórbico (vitamina C), además de actuar como un potente antioxidante, es esencial para la formación normal del colágeno, debido a que es un cofactor de la prolina hidroxilasa y la lisina hidroxilasa, que catalizan la conversión de prolina en 4-hidroxiprolina y de lisina en 5-hidroxilisina,
respectivamente. Estas enzimas requieren hierro para catalizar la hidroxilación de estos residuos en el colágeno. (1,3)
La función del ácido ascórbico es proveer electrones para mantener en su estado ferroso al hierro que se encuentra en el sitio catalítico de las hidroxilasas y de esta forma estimular a la enzima.
Una número muy amplio de estudios científicos han de mostrado que el magnesio es un elemento de reconocida importancia en la síntesis de proteínas. El silicio también es importante para estabilizar la triple hélice de colágeno mediante el establecimiento de enlaces con grupos hidroxilo de las ibras (4). De esta manera se consiguen unas ibras de colágeno más resistentes.

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Actualización, perspectivas y derivados del DHA

Estructura, función y órganos diana.

El DHA es un ácido graso poliinsaturado omega 3 de cadena larga, 22 carbonos y 6 dobles enlaces. Es una molécula esencial en cerebro y retina para las funciones básicas, como la cognitiva y visual, entre otras, y un factor de protección cardiovascular. A pesar de que no hay estudios clínicos que demuestren que reduce la mortalidad de forma independiente, hay muchas pruebas de que su ingesta protege de las enfermedades cardiovasculares (1,2,13).
No fabricamos DHA en cantidad suiciente, por lo que dependemos de su ingesta para mantener los niveles necesarios en el organismo.(2). Estos niveles, según las autoridades y sociedades cientíicas más importantes, como la OMS, se podrían alcanzar ingiriendo entre 1000 y 2000 mg de omega 3 al día. La realidad pasa porque su ingesta media en la población mundial no alcanza ni 100 mg de DHA diarios, por tanto es el único nutriente esencial carencial en toda la población mundial (independientemente de la dieta, edad, etc.).

El DHA se acumula y se concentra básicamente en tres tejidos muy importantes para nuestra supervivencia: retina, cerebro y esperma. Su presencia en éstos tejidos asegura que las células correspondientes funcionen de forma adecuada y no tengan problemas (2), es por ello que una carencia del mismo en alguno de estos tejidos puede agravar una serie de patologías graves, como retinosis pigmentaria, DMAE, deterioro cognitivo, Alzheimer, Parkinson, y problemas de fertilidad (12).

El neurodesarrollo y la función cognitiva

De especial relevancia es el hecho de que cuando comienza a formarse el cerebro en un feto, ese tejido comienza a acumular DHA procedente de la madre, y durante toda la vida mantenemos en el cerebro una gran cantidad de DHA (2,3). Un inadecuado suministro de DHA en estos momentos del desarrollo fetal,
especialmente en el último trimestre de embarazo, acarreará nefastas consecuencias para la salud del bebé, especialmente a nivel de neurodesarrollo, como puede ser el caso de los niños nacidos prematuros si no reciben un adecuado suministro de DHA (4).

Hay muchas evidencias cientíicas que relacionan los niveles de este ácido graso poliinsaturado con el correcto neurodesarrollo, el buen funcionamiento cerebral y un saludable neuroenvejecimiento. Se ha señalado relación de la baja ingesta de DHA con enfermedades y síndromes que afectan al cerebro (1), como el Alzheimer y las demencias, el Parkinson, la esclerosis multiple, la epilepsia, los ictus, la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia, los trastornos por déicit de atención e hiperactividad, o el autismo.

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Los derivados del DHA en la regulación de la inlamación: la NPD1

Actualmente se conoce la inluencia del DHA en la regulación de la inlamación (1,8,13), que nuestras células ponen en marcha en su intento por recuperar la homeostasis que han perdido como consecuencia de alguno de los muchos procesos que pueden alterarla. Que los omega 3, y en especial DHA, tienen efecto
antiinlamatorio, se conoce desde hace bastante tiempo, pero los mecanismos moleculares íntimos que conducen a este efecto, han comenzado a descubrirse hace poco más de una década.

Ahora sabemos que el DHA se transforma mediante reacciones enzimáticas en moléculas de gran potencia llamadas docosanoides (5). El docosanoide más documentado es la Neuroprotectina D1, abreviado NPD1 (6). Se ha comprobado que la NPD1 puede modular la respuesta inlamatoria en todas sus fases, disminuyendo la producción de moléculas proinlamatorias (prostaglandinas, leucotrienos, tromboxanos, etc.), modulando la activación de células defensivas (linfocitos, macrófagos, etc.) y mediando la expresión de algunos genes, interactuando con determinados factores nucleares. Un ejemplo es el bloqueo de la apoptosis de células cerebrales tras el proceso de isquemia/reperfusión que acontece después de un ictus, en el cual la NPD1 actúa bloqueando la expresión de genes proapoptosis y promoviendo la expresión de genes anti-apoptosis (7,8). Aunque es también enorme el interés con el que se estudia la acción de la NPD1 en los procesos neurodegenerativos, como el Alzheimer, en los que se evidencia un freno importante en la evolución de los mismos cuando se comienza el tratamiento de forma precoz (9,10).

Son muchos los docosanoides que se han descubierto y aún continuan identiicandose, y tienen algunas otras acciones interesantes, como interactuar con receptores de cannabinoides, lo que implica que muchos de los beneicios que aporta el DHA son debidos a las acciones de estos derivados (11). Todos los docosanoides comparten el hecho de actuar en cantidades muy pequeñas, en el rango de micro o nanogramos, mientras que la ingesta de DHA requiere de uno o más gramos diarios para mantener los niveles de los tejidos.

Patologías y aplicaciones terapéuticas

Las patologías que se pueden tratar con el DHA son numerosas y de etiología muy diversa. En consecuencia, la posología y dosiicación del producto cambian según las necesidades de la patología.

Si nuestra intención es reponer niveles de DHA en los órganos diana, (como por ejemplo el caso de deterioro cognitivo leve o TDAH) con 1 o 2 gr al día repartidos en dos tomas sería una posología adecuada (9). Pero si nuestra intención es producir NPD1 (como en el caso de enfermedades neurodegenerativas, inlamatorias o isquémicas), la posología a emplear sería 1 gr por cada 20 kg de peso en una sola toma.

Es a partir de una dosis de DHA de 50 mg/kg/día, (1 gr de DHA cada 20 kg de peso), cuando se produce NPD1, siendo la respuesta terapéutica dosis dependiente. Es de vital importancia tener en cuenta que, para la producción de NPD1, la ingesta de los 50 mg/kg/día de DHA ORIGEN NPD1 ha de realizarse en la misma toma para permitir la saturación de las enzimas que procesan el DHA, y que parte de este DHA quede en forma libre y pueda ejercer de sustrato de una enzima, la lipoxigenasa 15, que lo convertirá en NPD1.

Según diversos estudios recientes hay una forma de obtener mayor producción de NDP1 a partir de la misma cantidad de DHA. Añadiendo ácido acetilsalicílico a la toma de DHA la cantidad de NPD1 será superior, debido a la acetilación de la enzima COX-2, esta dejará de usar su sustrato habitual (el ácido araquidónico), para convertir DHA en AT-NPD1 (aspirine-triggered NPD1). ¼ de aspirina o el uso de tromalid 150/300 sería un acompañante perfecto de altas dosis de DHA para un incremento de la síntesis de NPD1.

El DHA en los suplementos de Omega 3

Hay mucha diferencia entre los diferentes preparados de DHA empleados en los estudios clínicos y epidemiológicos. Estas diferencias afectan al resultado de los estudios, ya que introducen sesgos muy importantes:

  1. No todos los omega 3 son iguales, cada marca comercial tiene una concentración, extracción, purificación, una cantidad de EPA, DHA y de otros ácidos grasos distinta, por lo tanto, airmar que todos los suplementos de omega 3 son iguales es erróneo, ya que son más bien heterogéneos.
  2. La biodisponibilidad del DHA es muy limitada en los alimentos y suplementos de omega 3 de baja concentración.
  3. El EPA, es otro omega 3 que está presente en mayor cantidad que el DHA en los suplementos con omega 3 más antiguos y menos puriicados. Esto introduce un sesgo porque el EPA es un inhibidor competitivo de la absorción del DHA, puesto que a mayor dosis de EPA más disminuye la biodisponibilidad del DHA en el organismo (2).

El EPA no está presente en cerebro, retina, esperma, ni otros órganos diana (en cantidades relevantes); y recientemente algunos estudios han demostrado que sólo los niveles de DHA, pero no los de EPA, están correlacionados con determinados beneicios cardiovasculares.

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A propósito de la anemia. LA ANEMIA, mucho más que al deficiencia de hierro

La Anemia nutricional puede ser definida como una reducción en la concentración de hemoglobina por debajo de lo que es normal, debido a un suministro inadecuado de nutrientes hematopoyéticos.

Aunque muchos nutrientes están involucrados en la producción de glóbulos rojos y hemoglobina, la deficiencia de hierro es de lejos la causa más frecuente de anemia nutricional en todo el mundo. En ciertos sectores de la población, especialmente las mujeres embarazadas, la deficiencia de folato es también una causa importante. En algunos individuos, la deficiencia de vitamina B12 puede producir anemia severa, sin embargo, esto es relativamente raro incluso en la gente vegetariana con una ingesta adecuada de vitamina B12. Las deficiencias de otras vitaminas y algunos oligoelementos también pueden producir anemia.

El individuo normal bien alimentado está en un estado de equilibrio nutricional en el que la cantidad de un nutriente absorbido con la dieta es igual a la que se pierde por procesos metabólicos. Este equilibrio puede verse afectado por una variedad de factores tales como la ingesta reducida del nutriente, la disminución de la absorción desde el intestino, el aumento de las pérdidas por el cuerpo, o requisitos más altos para el nutriente. El individuo bien alimentado tiene reservas de los nutrientes hematopoyéticos. Cuando las pérdidas o la utilización supera la cantidad absorbida estas reservas se agotan y, cuando se han agotado, se desarrolla la anemia nutricional. Por lo tanto, la anemia es una manifestación tardía de la deficiencia de nutrientes (1).

HIERRO

En el cuerpo, la mayor parte del hierro se encuentra en la hemoglobina, que contiene 3.4 mg de hierro por gramo. También hay hierro en la mioglobina y enzimas que contienen hierro. El resto del hierro está almacenado, y se puede movilizar cuando sea necesario para producir hemoglobina. El hierro se pierde del cuerpo a través del tracto gastrointestinal, la piel, y la orina, unos 14 microgramos diarios por cada kg de peso corporal. Además de las pérdidas básicas, las mujeres en edad reproductiva pierden hierro en el flujo menstrual. Las pérdidas del 90% de las mujeres llegan hasta 1,4 mg de hierro por día y el 10% restante tiene pérdidas de 1.4-3 mg o más por día.

El hierro también se pierde del cuerpo como resultado de cualquier condición patológica que implica la pérdida de sangre. Con mucho, la causa más común de esto es la anquilostomiasiso anemia tropical, debida a nemátodos de la especie Necator americanus que viven en el intestino delgado y chupan la sangre de la mucosa. Otros parásitos como Trichuris trichuria y Schistosoma spp. también pueden producir anemia por deficiencia de hierro.

Los requerimientos de hierro aumentan cuando el individuo está creciendo y durante el embarazo y la lactancia. Durante los períodos de crecimiento, se necesita más hierro para la hemoglobina, la mioglobina, y las enzimas que contienen hierro, y mayor es el riesgo de desarrollar deficiencia de hierro y anemia. Durante el embarazo no hay pérdidas menstruales, pero además de las pérdidas básicas de hierro (alrededor de 200 mg en todo el embarazo), se necesita hierro adicional para cubrir los requisitos del feto y la placenta (unos 300 mg) y para la expansión del número de glóbulos rojos materna (unos 500 mg). La necesidad total para el embarazo es de aproximadamente 1000 mg, pero, a excepción de las pérdidas básicas, esta se concentra en la segunda mitad del embarazo. Para cubrir estas necesidades se requeriría la absorción de más de 6 mg de hierro por día, lo cual sólo se puede lograr mediante la suplementación terapéutica. Las mujeres embarazadas que no reciben suplementos de hierro tienen un gran riesgo de desarrollar anemia por deficiencia de hierro. Durante la lactancia no suele haber pérdidas menstruales, pero alrededor de 0,2 mg de hierro se secretan a diario en la leche materna. Además, la pérdida de hierro debido a la hemorragia en el parto (unos 250 mg) hay que reponer las reservas de hierro que se perdieron durante el embarazo. Por otro lado, hay algo de hierro adicional disponible cuando la masa de glóbulos rojos, que aumentó durante el embarazo, vuelve a la normalidad (1).

Teniendo en cuenta los estudios sobre las necesidades nutricionales de hierro según la edad, el sexo, embarazo, lactancia, e incluso por países, se han emitido recomendaciones por diferentes organismos y asociaciones científicas.

A: cantidad de hierro que debe ser absorbida cada día para satisfacer las necesidades de la mayoría de los individuos normales, según lo recomendado por un Grupo Científico de la OMS en 1968; y B: ingesta dietética para la población española según la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) en 2010:

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HEMO Y HEMOGLOBINA

El grupo hemo, o hemina, es un colorante tetrapirrólico que contiene hierro, que forma parte de las proteínas fijadoras de oxígeno, la más conocida la hemoglobina. Se sintetiza principalmente en la médula ósea (85%) y en el hígado (15%). La biosíntesis de la hemoglobina es un proceso muy compartimentado y sujeto a estrictos controles de desarrollo y metabólicos, muchos de los cuales parecen estar coordinados por la formación y la disponibilidad de hemo libre dentro de las células. Se requieren concentraciones óptimas de hemo para sostener la síntesis de globina, y la formación del grupo hemo en las células eritroides inmaduras es objeto de regulación por retroalimentación negativa por el propio hemo, aparentemente por inhibición de síntesis de ácido 3-aminolevulínico (2).

La ácido 3-aminolevulínico sintetasa (AALS), es la primera enzima en la cadena de biosíntesis de hemo. Esta enzima condensa una glicina con succinil-CoA para formar el ácido 6- aminolevulínico (ALA) utilizando el piridoxal-5′-fosfato (vitamina B6) como cofactor (3). Se ha visto que la síntesis de ALA limita la síntesis de hemo, de lo que se deduce que ALAS es la enzima limitante en la síntesis del hemo en las células precursoras eritroides. También se ha demostrado que la síntesis de globina, y la formación de hemoglobina, está limitada por la disponibilidad de hemo, y que los estudios sugieren que hemo estimula la síntesis de hemoglobina a nivel de síntesis de proteina ribosoma, y no influye a nivel transcripcional de la síntesis del ARN mensajero (4).

BISGLICINATO FERROSO

El sulfato ferroso es el compuesto más utilizado en los programas de suplementación de hierro debido a su eficiencia y bajo costo. Recientemente se ha propuesto el quelato de hierro bis-glicinato como una alternativa al sulfato ferroso debido a su mayor biodisponibilidad. El bisglicinato ferroso está constituido por dos moléculas de glicina unidas a un catión ferroso. El grupo carboxilo de la glicina se une al hierro por un enlace iónico, mientras que el grupo amino se une al metal por medio de un enlace covalente. Parece ser que esta conformación protege al hierro de los inhibidores de la dieta y de las interacciones con otros minerales a nivel intestinal. Al mismo tiempo, la forma ferrosa es estable cuando se expone al oxígeno ambiental y no potencia las reacciones de oxidación de las grasas (5). Debido a su composición química, a diferencia del sulfato

ferroso, no forma compuestos insolubles con sustancias como los fitatos, oxalatos, y los taninos presentes en gran cantidad en las dietas a base de cereales, que tienen un alto contenido de inhibidores de la absorción de hierro. Además, el bis-glicinato ferroso causa menos efectos colaterales que el sulfato ferroso, incluso con dosis de 60 mg /día o más altas de hierro elemental .

Molécula del bisglicinato ferroso. * En el caso de la glicina, R es un átomo de hidrógeno.

El bisglicinato ferroso aporta un 20% de su peso como hierro elemental. Se ha demostrado que 90 días de suplementación con 30 mg / día de hierro elemental, ya sea como sulfato ferroso o como bis-glicinato ferroso, tuvieron un efecto positivo en el aumento de la concentración de ferritina en niños en edad escolar con bajas reservas de hierro. Este efecto se observó una semana después de la administración de suplementos y todavía estaba presente 6 meses después de la suplementación. Además, el bis-glicinato ferroso fue más eficiente que el sulfato ferroso para mantener más alta la concentración de ferritina 6 meses después de la suplementación (6).

No se conoce el proceso por el cual el hierro del bisglicinato ferroso se absorbe en los seres humanos, pero los estudios sugieren que es diferente de la del hierro del sulfato ferroso en los mecanismos implicados en la entrada de hierro en el célula intestinal. Sin embargo, una vez que se encuentra intracelularmente, el hierro del bisglicinato se regula por el nivel de hierro del sujeto, igual que el procedente del sulfato ferroso o de otras fuentes. También se ha comprobado que el hierro del bisglicinato no comparte vía de absorción con el hierro de tipo hemo (7).

LACTOFERRINA

La lactoferrina (LF) es una molécula enigmática y fascinante que apareció con los mamíferos. Pertenece a la familia de la transferrína (TF), pero a diferencia de ella, no parecía tener un papel clave en la homeostasis del hierro. La investigación, desde su aislamiento en 1960, sigue intentando desentrañar por completo su función. Durante mucho tiempo se le ha considerado un agente quelante del hierro que protege contra infecciones bacterianas mediante su capacidad de privar a las bacterias del hierro necesario para su crecimiento. Recientemente se han descubierto nuevas funciones, como la inmunomodulación, la protección contra el cáncer o la regulación del crecimiento óseo, destacando su participación en muchos de los mecanismos de defensa del cuerpo.

LF y TF se unen reversiblemente a dos iones férricos, tienen una estructura primaria con un 59% de homología, y también una conformación espacial muy similar, con los sitios de unión a hierro idénticos. Sin embargo, difieren en la estabilidad de la fijación de la proteína y el hierro. La estabilidad de la unión al hierro férrico en función del pH es mayor para LF que para TF. Es necesario un pH por debajo de 2 para separar la unión LF-hierro, mientras que un pH por debajo de 6 es suficiente para disociar la TF-hierro. Esta característica, combinada con su afinidad por el hierro sustancialmente mayor a pH neutro, asigna un papel de agente quelante del hierro a LF, en lugar de portadora de hierro propia de la TF (8). Se ha comprobado que las características de la LF son compartidas por las LFs de diferentes orígenes, utilizándose la LF bovina en los estudios tanto in vitro como in vivo, como si de LF humana se tratase.

Son muchos los estudios realizados con LF en las últimas décadas, algunos de ellos investigando el efecto de la suplementación en pacientes con anemia, o valorando la prevención de la anemia con la suplementación con LF en pacientes en riesgo de desarrollarla.anemia

Se ha comprobado que las mujeres atletas que compiten en carreras de resistencia desarrollan con frecuencia anemia como resultado del exigente esfuerzo físico, además de las pérdidas basales debidas a la menstruación. Sin embargo la suplementación con LF saturada de hierro ayuda a prevenir la deficiencia de hierro en estas mujeres, manteniendo los niveles de ferritina, hierro y glóbulos rojos prácticamente inalterados (9). Resultado similares se han obtenido en otros estudios tratando con LF a mujeres embarazadas, al igual que a bebés utilizando fórmulas suplementadas con LF saturada de hierro. Debido a estos efectos de la suplementación con LF observados en distintos casos de anemia, se propone que la ingesta de LF podría ser útil para la prevención general de la anemia por deficiencia de hierro.

En modelos animales se vió que la suplementación con LF saturada de hierro permitía la absorción del hierro, de manera dependiente del nivel de las reservas de hierro. En los ratones anémicos o normales, se producía absorción de hierro, pero en los que tenían unas reservas excesivas de hierro se inhibía su absorción. Posteriormente, se demostró la existencia de receptores de LF en las células epiteliales intestinales, cuya biosíntesis se regula en respuesta a los niveles de hierro intercelulares. Esto es consistente con el concepto de absorción intestinal de hierro dependiente de las reservas de hierro del cuerpo (10).

También se ha comprobado la eficacia de LF en el tratamiento de la anemia en pacientes con cáncer avanzado sometidos a quimioterapia, comprobándose que el tratamiento con EPO y LF por vía oral, conseguía resultados no inferiores al tratamiento habitual con EPO y gluconato férrico por vía intravenosa. En este tipo de pacientes, no menos importantes son las características farmacológicas particulares de LF, ya que aparte de tener actividades inmunomoduladoras se ha demostrado que también tiene acciones antineoplásicas (11).

Aunque se ha demostrado que la LF es segura en cientos de estudios, hay que recomendar precaución en el tratamiento de personas que padezcan enfermedades autoinmunes debido a su potencial inmunomodulador. También hay que estar atentos a las personas que puedan desarrollar alergias a esta proteína.

ÁCIDO FÓLICO (Vitamina B9) y VITAMINA B12

Las vitaminas B9 y B12 son muy importantes en el funcionamiento de la médula ósea. Ambas participan en la síntesis de ácidos nucleicos, por lo que son de gran importancia en los tipos celulares sometidos a alta tasa de división y crecimiento, y la carencia de cualquiera de ellas ocasiona anemias megaloblásticas. Esto es debido a que los ácidos nucleicos no pueden sintetizarse correctamente en las células precursoras de los eritrocitos, por lo que no se produce el crecimiento y la división del núcleo y las células crecen por aumento del citoplasma, alcanzando un gran tamaño (megaloblastos). Estos grandes glóbulos rojos inmaduros no son funcionales, por lo que se produce la anemia.

La vitamina B12 no necesita ser metabolizada y actúa directamente en la médula ósea (12). Por el contrario, el ácido fólico precisa ser transformado enzimáticamente en 5-metiltetrahidrofolato (5-MTHF) para poder actuar en la médula ósea, y aunque en las personas normales no hay diferencia de eficacia entre suplementar con ácido fólico o con 5-MTHF (13), hay personas con deficiencias enzimáticas incapaces de producir el 5-MTHF que precisan de suplementación con el.

 

VITAMINA A

La suplementación con Vitamina A parecía influir en la absorción de hierro, pero se ha demostrado que no es así, si no que mejora la eritropoiesis e incrementa la concentración de hemoglobina. Se ha observado que la Vitamina A actúa movilizando los depósitos de hierro hepáticos, pero que el hierro corporal total permanece sin cambio. Estos hallazgos sugieren que la suplementación con Vitamina A causa la redistribución del hierro desde los depósitos hasta la médula ósea para la eritropoiesis.

En situación de deficiencia de Vitamina A, el hierro queda retenido en el hígado y el bazo, y está menos disponible para la eritropoiesis. Y desde otra perspectiva, la deficiencia de Vitamina A impide la obtención de hierro por la médula ósea y su incorporación en los eritrocitos. Se ha comprobado que la deficiencia de Vitamina A se asocia con un bajo porcentaje de saturación de transferrína así como baja capacidad de unión de hierro. El consumo de Vitamina A incrementa la concentración sérica de hierro, la concentración de ferritina sérica y el porcentaje de saturación de transferrína.

La síntesis de la eritropoietina (EPO) está regulada por el estatus de Vitamina A, ya que el gen que codifica la EPO puede ser inducido mediante el tratamiento con ácido retinoico. Se ha comprobado que en situación de déficit de Vitamina A, el tratamiento con ácido retinoico incrementa transitoriamente la concentración de EPO circulante, la cual vuelve al nivel original después de 24 horas.

La Vitamina A también influye sobre otras hormonas implicadas en la eritropoiesis, como el factor de crecimiento tipo insulina 1. Y algunos metabolitos de la Vitamina A regulan la transcripción de muchos genes hepáticos, posiblemente algunos de ellos implicados en el almacenamiento y movilización del hierro hepático (14).

VITAMINA D

Se ha demostrado el efecto de la vitamina D sobre las células precursoras de la médula ósea y su eficacia en la formación de glóbulos rojos. Además, esta vitamina combate la inflamación que podría disminuir la respuesta a los estimulantes de la eritropoiesis en la médula ósea, como la eritropoietina (EPO). Se sabe que muchos tipos celulares expresan los receptores de vitamina D, entre ellos están las células precursoras eritroides y las paratiroideas, ambos conocidos como tejidos implicados en la hiporreactividad a los estimulantes de la eritropoiesis. Esto sugiere que la modulación de estos tejidos con la vitamina D puede aumentar la respuesta a la EPO. Algunos autores indican que la Vitamina D junto con EPO tienen un efecto sinérgico sobre la estimulación de la médula ósea y la formación de los glóbulos rojos (15).

VITAMINA C

Es clásica la suplementación con hierro y vitamina C para tratar la anemia. Esto se basa en que el ácido ascórbico mejora la absorción del hierro en una manera dependiente de la dosis, y se suponía que ejercía su efecto potenciador mediante la reducción del hierro férrico a hierro ferroso y por su capacidad quelante, dependiente del pH, para unirse al hierro en una forma soluble y disponible para su absorción (16). Se recomienda que la proporción de ácido ascórbico a hierro elemental en el suplemento sea como mínimo de 2:1.

Estudios recientes muestran que el ascorbato tiene efectos intracelulares en los transportadores de hierro y que el hierro aumenta la captación celular de ascorbato. Se ha demostrado que el nivel de ascorbato intracelular afecta a las proteínas relacionadas con la absorción del hierro en las células intestinales. También se observó que aproximadamente el 50% del aumento del almacenamiento de hierro intracelular de la proteína ferritina se debió a reponer los niveles de ascorbato intracelulares. Estos datos apoyan los resultados observados en humanos, que indican que la administración continua de ácido ascórbico a la dieta no mejora el nivel de hierro. En otro estudio in vitro con células intestinales humanas tratadas con ascorbato, se ha demostrado que la proteína reguladora de hierro IRP2 y el factor inducible por hipoxia HIF2α están involucrados en la regulación del transporte basolateral de hierro mediante la ferroportina (17). A la luz de los estudios, es seguro que el ascorbato juega un papel importante en la absorción del hierro, pero se requieren más estudios para conocer todos los beneficios de la vitamina C en la nutrición humana.

ESTRÉS OXIDATIVO Y ANEMIA

Cuando el organismo sufre alguna patología, se producen diferentes alteraciones en la homeostasis celular, con el incremento del estrés oxidativo. El aumento de los radicales libres disminuye la viabilidad y la supervivencia celular, conduciendo a daños tisulares y orgánicos de consecuencias impredecibles. Cuando esta situación afecta a la médula ósea, se produce un déficit en la hematopoiesis con disminución de toda la serie celular de la sangre que provoca inmunodepresión y anemia. La capacidad antioxidante endógena se basa en los sistemas enzimáticos superóxido dismutasa (SOD) y catalasa, que actúan sobre las especies reactivas del oxígeno (ROS) cuyos miembros principales son el ion superóxido (O2–) y el agua oxigenada (H2O2); y el glutatión junto a las enzimas glutatión peroxidasa y glutatión reductasa.

Se ha comprobado que la ausencia de la actividad SOD conduce al incremento del estrés oxidativo en los eritrocitos y se producen autoanticuerpos frente a estos que conducen a su destrucción y al desarrollo de una anemia hemolítica autoinmune. El tratamiento con un antioxidante como la N-acetilcisteina, disminuye el estrés oxidativo y permite revertir la anemia (18).

Para el buen funcionamiento de estas y otras enzimas implicadas en la anemia, son necesarios algunos oligoelementos como el Selenio, el Zinc, el Cobre, el Molibdeno o el Manganeso (19). El déficit de algunos de estos oligoelementos puede conducir a una situación de anemia. Se ha demostrado que el Selenio es imprescindible para regular la homeostasis de los glóbulos rojos, reduciendo el estrés oxidativo de las células precursoras de los eritrocitos (20). A los sistemas antioxidantes endógenos hay que sumar la acción de moléculas exógenas que colaboran estrechamente en el control del estrés oxidativo, entre ellas destacan las Vitaminas C y E.

REFERENCIAS

  1. S. J. Baker (1978) Nutritional anaemia-a major controllable public health problem. Bulletin of the World Health Organization, 56 (5): 659-675.
2. L. C. Gardner y cols. (1991) Biosynthesis of 6-Aminolevulinic Acid and the Regulation of Heme Formation by Immature Erythroid Cells in Man. The Journal of Biological Chemistry. Vol. 266, No. 32, Issue of November 15, pp. 22010-22018.
  2. A. Gregory y cols. (2011) Molecular enzymology of 5-Aminolevulinate synthase, the gatekeeper of heme biosynthesis. Biochim Biophys Acta. November ; 1814(11): 1467–1473.
4. R. D. Levere and S. Granick (1965) Control of hemoglobin synthesis in the cultured chick blastoderm by 6-amiinolevulinic acid synthetase: increase in the rate of hemoglobin formation with 8-amiinolevulinic acid. Biochemistry. Vol. 54: 134-137.
  3. J. F. Haro y cols. (2005) Prevención de la deficiencia en hierro mediante el enriquecimiento de los alimentos. An. Vet. (Murcia). 21: 7-21.
6. X. Duque y cols. (2014) Effect of supplementation with ferrous sulfate or iron bisglycinate chelate on ferritin concentration in Mexican schoolchildren. a randomized controlled trial. Nutrition Journal. 13: 71.
  4. A. C. Bovell-Benjamin y cols. (2000) Iron absorption from ferrous bisglycinate and ferric trisglycinate in whole maize is regulated by iron status. Am J Clin Nutr. 71:1563–9.
8. A. Pierce y cols. (2009) La lactoferrine : une protéine multifonctionnelle. Medecine/Sciences. n° 4, vol. 25, avril: 361-9.
  5. N. Koikawa y cols. (2008) Preventive Effect of Lactoferrin Intake on Anemia in Female Long Distance Runners. Biosci. Biotechnol. Biochem. 72 (4): 931–935.
10. T. Mikogami y cols. (1995) Effect of intracellular iron depletion by picolinic acid on expression of the lactoferrin receptor in the human colon carcinoma cell subclone HT29-18-C. Biochem. J. 308: 391-397.
  6. A. Macciò y cols. (2010) Efficacy and Safety of Oral Lactoferrin Supplementation in Combination with rHuEPO for the Treatment of Anemia in Advanced Cancer Patients Undergoing Chemotherapy: Open-Label, Randomized Controlled Study. The Oncologist. 15: 894–902.
12. D. Horrigan y cols. (1951) Direct action of vitamin b12 upon human bone marrow. The effect of

instillations of vitamin b12 and folic acid into the bone marrow as studied by nucleic acid staining techniques. J Clin Invest. Jan;30(1): 31-6.
13. X. Wang and M. Fenech (2003) A comparison of folic acid and 5-methyltetrahydrofolate for prevention of DNA damage and cell death in human lymphocytes in vitro. Mutagenesis vol.18 no.1 pp.81–86.

  1. M. B. Zimmermann y cols. (2006) Vitamin A supplementation in children with poor vitamin A and iron status increases erythropoietin and hemoglobin concentrations without changing total body iron. Am J Clin Nutr. 84:580–6.
15. A. E. Naini y cols. (2015) The effect of Vitamin D administration on treatment of anemia in end- stage renal disease patients with Vitamin D deficiency on hemodialysis: A placebo-controlled, double-blind clinical trial. J Res Med Sci. Aug;20(8): 745-50.
  2. T. Walczyk y cols. (2014) Inhibition of Iron Absorption by Calcium Is Modest in an Iron- Fortified, Casein- and Whey-Based Drink in Indian Children and Is Easily Compensated for by Addition of Ascorbic Acid. J. Nutr. 144: 1703–1709.
17. N. Scheers and A. S. Sandberg (2014) Iron Transport through Ferroportin Is Induced by Intracellular Ascorbate and Involves IRP2 and HIF2α. Nutrients. 6, 249-260.
  3. Y. Iuchi y cols. (2007) Elevated oxidative stress in erythrocytes due to a SOD1 deficiency causes anaemia and triggers autoantibody production. Biochem J. 402: 219–227.
19. F. Fayet-Moore y cols. (2014) Micronutrient Status in Female University Students: Iron, Zinc, Copper, Selenium, Vitamin B12 and Folate. Nutrients. 6: 5103-5116.
  4. N. Kaushal y cols. (2011) The Regulation of Erythropoiesis by Selenium in Mice. Antioxid. Redox Signal. 14, 1403–1412.

 

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A PROPÓSITO DE LA DIABETES

La diabetes mellitus (DM) es un trastorno metabólico del sistema endocrino. Y la diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) es la forma predominante, y representa el 90-95% de todos los pacientes diabéticos. El proceso patofisiológico de la DMT2 es extremadamente complejo, pero muchas evidencias indican que el estrés oxidativo y la inflamación juegan un papel importante. El estrés oxidativo podría ser inducido por el exceso de algunos factores nutricionales como la glucosa y los ácidos grasos libres. El estrés oxidativo puede inducir o empeorar la resistencia a la insulina y la diabetes a través de múltiples mecanismos. El estrés oxidativo debido a las excesivas especies reactivas de oxígeno producidas por las mitocondrias, podría causar daños y la apoptosis de las células beta de los islotes pancreáticos y la reducción de la secreción de insulina. Además. puede activar las vías de señalización celular como el factor nuclear-kB y también interferir con la vía de señalización de la insulina y causar resistencia a la insulina. Además, el estrés oxidativo también contribuye al desarrollo de las complicaciones crónicas de la diabetes, tales como nefropatía diabética, retinopatía y neuropatía. Recientemente, los resultados de los estudios de laboratorio, así como investigaciones clínicas han demostrado que la diabetes es de hecho una enfermedad inflamatoria.

La terapia habitual para la DMT2 incluye una dieta equilibrada, ejercicio adecuado, consumo de fármacos hipoglucemiantes orales, y la inyecciones subcutáneas de insulina. Aunque se ha progresado mucho en los medicamentos antidiabéticos orales y la insulina, todavía existen carencias. La eficacia de los medicamentos antidiabéticos para lograr el control glucémico óptimo es sólo del 41%, que estaba lejos de ser satisfactoria, y ningún fármaco puede mantener el control de la glucemia estable durante años. Además, están la toxicidad y efectos secundarios potenciales de los fármacos antidiabéticos, tales como aumento de peso, pérdida de masa ósea y aumento del riesgo de eventos cardiovasculares. Por ejemplo, los potenciales efectos adversos de las sulfonilureas incluyen hipoglucemia, aumento de peso y daño cardiovascular; la pioglitazona parece aumentar el riesgo de cáncer de vejiga, edema, fracturas de huesos distales en las mujeres posmenopáusicas, etc.; la metformina causa malestar gastrointestinal y está contraindicada en los pacientes diabéticos con insuficiencia renal, enfermedad hepática o insuficiencia cardiopulmonar.

Hay 86 hierbas medicinales de uso frecuente en la DMT2 y sus complicaciones. Se ha demostrado que los tratamientos a base de hierbas naturales poseen un efecto antidiabético leve pero significativo y su uso a largo plazo puede ser útil en el alivio de algunas complicaciones de la diabetes. Además, el uso de la medicina herbal en combinación con fármacos permite reducir las dosis y la frecuencia de administración de estos, lo que reduce los efectos adversos, a la vez que mejora la eficacia. A diferencia de los fármacos, que por lo general contienen un solo ingrediente activo, las hierbas medicinales incluyen varios ingredientes, que pueden regular integralmente las funciones del cuerpo a través de múltiples objetivos y mecanismos, consiguiendo el alivio de varios trastornos metabólicos (obesidad, hipertensión y dislipidemia) además de la diabetes. Además, las hierbas medicinales poseen menos toxicidad y efectos secundarios, siendo una buena alternativa para el tratamiento de la DMT2.

Entre los tratamientos herbales, la berberina ha despertado interés por su actividad hipoglicemiante e hipolipemiante. También ha demostrado efectos positivos en el tratamiento de la nefropatía diabética, neuropatía diabética y la miocardiopatía diabética. La berberina es un derivado del alcaloide isoquinoleína, que se obtiene principalmente de especies de plantas del género Berberis. Muchos estudios han indicado que la berberina posee multiples actividades terapéuticas: actividad antimicrobiana, antiprotozoaria, y antidiarreica para la diarrea bacteriana. Puede ser eficaz en el tratamiento de diversas enfermedades crónicas, incluyendo diabetes, enfermedades cardiovasculares (antihiperlipidémico y antihipertensivo), cáncer, depresión, y enfermedades inflamatorias. La actividad hipoglicemiante de berberina se debe a que regula el metabolismo de la

glucosa a través de múltiples mecanismos y vías de señalización, como el aumento de la sensibilidad a la insulina, la activación de la vía de la proteín quinasa activada por adenosina monofosfato (AMPK), la modulación de la microbiota intestinal, la inhibición de la gluconeogénesis en el hígado, estimulando la glucólisis en las células del tejido periférico, la promoción de la proteína de secreción intestinal similar al glucagón (GLP-1), la regulación positiva de la expresión del mRNA del receptor de lipoproteína de baja densidad hepática, y el aumento del transportador de glucosa.

Algunos ensayos clínicos han demostrado la eficacia hipoglucemiante de la berberina, tanto sola como en combinación con otros fármacos. La dosis habitual es 500 mg tres veces al día y su eficacia hipoglucémica es similar a la de la metformina o la rosiglitazona. Los estudios indican que berberina es un potente agente hipoglucémico oral, que también tiene efectos beneficiosos sobre el metabolismo de los lípidos, reduciendo el colesterol total, el LDL y los triglicéridos. En general, la berberina es segura en el tratamiento de los pacientes con DMT2 y debido a su baja toxicidad se podría utilizar en pacientes diabéticos con hepatitis crónica.

REFERENCIAS:
Zheng Li y cols. (2014) Antioxidant and Anti-Inflammatory Activities of Berberine in the Treatment

of Diabetes Mellitus. Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine.

Bing Pang y cols. (2015) Application of Berberine on Treating Type 2 Diabetes Mellitus.

International Journal of Endocrinology.

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Aceites ozonizados, nueva alternativa en el tratamiento del Helicobacter pylori

Son múltiples los tratamientos que existen para la erradicación del Helicobacter pylori. No obstante, la infección por el Helicobacter pylori es un problema aun no resuelto. Los esquemas existentes presentan tasas de resistencia cada vez más altas. A nivel mundial, la triple terapia estándar ha perdido la eficacia que tenía en el pasado y la terapia secuencial no es igualmente eficaz en todos los sitios.
Con estos antecedentes y aprovechando los efectos biológicos de los aceites ozonizados, realizamos el presente estudio clínico. El diseño experimental incluyó 48 pacientes con diagnóstico positivo para H. pylori (test de la ureasa respiratoria y test de antígenos fecales) que fueron tratados con cápsulas blandas de aceite girasol ozonizado con un índice de peróxidos de 500 mEqO2/kg, 3 veces al día por 30 días. Al final del tratamiento se repitió el test diagnóstico y se realizó un nuevo ciclo de tratamiento a los pacientes que continuaron presentando el test positivo.
Los resultados del estudio en cuanto a erradicación (> 93%) de H. pylori fueron similares a la eficacia de la triple terapia antibiótica habitual (~80%), sin embargo, tiene enormes ventajas en cuanto a la ausencia de síntomas colaterales y resistencia antimicrobiana, por tanto, consideramos que estos aceites ozonizados constituyen una alternativa en el tratamiento de la infección por H. pylori, y en síntomas que lo acompañan como la acidez, gastritis crónica, y úlcera péptica.

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EL ÁCIDO FITÁNICO Y EL DHA. Es hora de hablar con rigor científico.

Algunas informaciones difundidas por laboratorios que comercializan DHA purificado, están alarmando sobre el daño que van a causar otros aceites de DHA purificado “asegurando” que no están libres de ácido fitánico, como argumento para vender ellos más. Esta alarma, lejos de estar fundada, es un ejercicio más de la falta de rigor con la que actúan algunas personas en este sector de los suplementos nutricionales, además de confundir a muchos profesionales de la salud que ante esta situación optan por no recomendar a sus pacientes unos productos que no sólo son seguros, sino que son muy beneficiosos para la salud.

El ácido fitánico es un ácido graso ramificado que se origina en el metabolismo del anillo fitol de la clorofila. Por ello, lo encontramos en cantidades importantes en la leche y la carne de los rumiantes, y en el pescado en menor proporción. Sin embargo, al procesar el pescado para obtener aceite de pescado, se concentra también el ácido fitánico y puede alcanzar niveles elevados.

¿Y que importancia tienen los niveles elevados de ácido fitánico en los alimentos? Pues como demuestran en su estudio Werner y cols. Effect of dairy fat on plasma phytanic acid in healthy volunteers – a randomized controlled study. Lipids in Health and Disease, 10:95, 2011, la respuesta no es sencilla, ya que el nivel de fitánico en plasma no va a depender sólo de la cantidad ingerida en la dieta, si no que también influye la capacidad para metabolizarlo que tenga cada persona. En primer lugar, hay que señalar que el ácido fitánico es metabolizado por una enzima (Fitanoil-CoA hidroxilasa) que está localizada en los peroxisomas. Para ello, es necesario que el fitánico sea transportado al interior del peroxisoma mediante la proteína-D-bifuncional. La gran mayoría de las personas podemos metabolizar el ácido fitánico y mantenemos niveles plasmáticos normales. El control del fitánico se produce gracias a que cuando se incrementa su nivel plasmático, aumenta la expresión de la enzima que lo metaboliza. Se cree que el control fino de su nivel plasmático es importante, ya que la influencia del fitánico en la salud tiene dos caras. Si se alcanzan niveles plasmáticos elevados, su influencia sobre la salud es negativa, mientras que si los niveles son normales se ha comprobado que el fitánico tiene un efecto positivo sobre la salud, pudiendo reducir el riesgo de desarrollo de diabetes y otras enfermedades metabólicas.

Pero hay algunos pacientes con trastornos genéticos muy poco frecuentes, como el síndrome de Zellweger o el síndrome de Refsum, que se caracterizan por una deficiencia en los peroxisomas que carecen de la proteína-D-bifuncional o mutaciones en la fitanoil-CoA hidroxilasa y no pueden metabolizar el ácido fitánico, debido a lo cual estas personas presentan niveles plasmáticos demasiado elevados, acumulan fitánico en todos los órganos y van a sufrir muchos problemas, principalmente polineuropatías. Los pacientes con estos síndromes tienen dietas libres de fitánico evitando, por ejemplo, el consumo de productos lácteos, pero incluso el consumo de clorofila les acarrea producción endógena de fitánico. A estos pacientes, el consumo de aceites de pescado con alto contenido de ácido fitánico les va a agravar el problema, pero tienen la opción de tomar un aceite de pescado de DHA purificado y libre de ácido fitánico, como algunos DHAs que ya están en el mercado.

Los mecanismos bioquímicos por los que el ácido fitánico ejerce sus efectos metabólicos positivos, se explican en la revisión publicada por Grygiel-Górniak B. Peroxisome proliferatoractivated receptors and their ligands: nutritional and clinical implications–a review. Nutrition Journal. Feb 14;13:17, 2014. Al igual que otras muchas moléculas, entre las que están otros ácidos grasos insaturados como los omega 3 EPA y DHA, la vitamina D, retinoides, las hormonas tiroideas
y algunos fármacos como las glitazonas y los fibratos, el fitánico es un ligando agonista del sistema de receptores nucleares PPAR-RXR (peroxisome proliferator-activated receptor – retinoid X receptor), que están implicados en el control de la expresión de muchos genes relacionados con el  metabolismo lipídico y glucídico. Sin embargo, los efectos citotóxicos del fitánico continuan bajo investigación, aunque se sabe que son debidos a su acumulación en las membranas celulares, principalmente en las mitocondrias, las cuales dejan de funcionar correctamente, desembocando en la apoptosis de la célula.

También se ha comprobado en algunos estudios, como el de Bompaire y cols. Refsum Disease Presenting with a Late-Onset Leukodystrophy. JIMD Reports. 355, 2014, que como consecuencia del envejecimiento algunos pacientes sufren enfermedades en las que se evidencian síndromes peroxisomales. Entre ellos, alguno puede ver afectada su capacidad para metabolizar el ácido fitánico y en consecuencia deberían controlar la ingesta del mismo. Estos pacientes desarrollan un síndrome de Refsum a una edad avanzada, y pueden confundirse con demencias de tipo Alzheimer. Por eso es recomendable, que todos los pacientes que estén desarrollando enfermedades debidas al neuroenvejecimiento, en lugar de tomar suplementos de aceite de pescado con alto nivel de fitánico, tomen DHA purificado.

Según un cálculo bastante conservador del estudio de Ollberding y cols. Phytanic acid and the risk of non-Hodgkin lymphoma. Carcinogenesis vol.34 no.1 pp.170–175, 2013, realizado en Nebraska (USA) en 66 condados diferentes con una ingesta frecuente de carne roja, carne procesada y productos lácteos, teniendo en cuenta los nutrientes más frecuentes y el contenido de ácido fitánico en cada uno, la ingesta diaria de ácido fitánico es de unos 30 mg por cada 1000 kcal de ingesta. La muestra de 796 individuos fue analizada mediante un cuestionario de frecuencia de alimentos denominado Health Habits and History Questionnaire, que consta de 117 preguntas. Su ingesta calórica estaba entre 800 y 6000 kcal los hombres, y entre 600 y 5000 kcal las mujeres. Esto supone que la ingesta diaria de ácido fitánico estará entre 18 y 180 mg al día. La leche entera de vaca contiene 9,7 mg de ácido fitánico por cada 100 gramos, la mantequilla 1,7 mg por gramo, la carne de vacuno tiene 33 mg por cada 100 gramos y el pescado 21 mg en cada 100 gramos.

Según las analíticas, el nuestro DHA está libre de ácido fitánico. Hay otras marcas que anuncian el mismo dato para productos similares. Sin embargo, técnicamente hablando, sólo se puede garantizar que el DHA está libre de ácido fitánico hasta el umbral de detección de los analizadores, los cuales son capaces de detectarlo si la muestra tiene más de 90 microgramos. Supongamos que estamos ante el peor de los escenarios, que cada cápsula de DHA contiene esos 90 microgramos. Estaríamos tomando una cantidad 200 veces menor que los 18 mg de ácido fitánico que consume una persona normal que coma muy poco (600 kcal al día) o 2000 veces menor que una persona con una dieta de 6000 kcal al día.

Es de esperar que con las modernas técnicas de purificación del DHA, como es el caso de la concentración supercrítica con CO2, que se emplea para purificar el nuestro DHA , la cantidad de fitánico de cada cápsula sea nula o casi nula. Pero aunque fuese próxima a esos 90 microgramos del umbral de detección de las analíticas, preocuparse por ella no es lógico, pues estaríamos ante una cantidad ínfima en comparación con la cantidad que estamos ingiriendo cada día en la dieta, ya que una simple ración de 100 gramos de pescado tiene más fitánico que 200 cápsulas y 100 gramos de carne tienen el fitánico de casi 400 cápsulas.

Javier Terán. Dr. en Bioquímica y Biología Molecular.

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A PROPÓSITO DEL HÍGADO.

A PROPÓSITO DEL HÍGADO.

EL HÍGADO es la mayor glándula digestiva del cuerpo y juega un papel básico en el metabolismo. Es también responsable de realizar diversas funciones fundamentales para la supervivencia, incluyendo la desintoxicación, la descomposición de los glóbulos rojos y otras sustancias, la síntesis de proteínas y hormonas, y el almacenamiento de glucógeno, así como el mantenimiento de una reserva de sangre (1). La capacidad de expansión del hígado, le permite almacenar hasta un litro de sangre extra cuando se produce insuficiencia cardiaca derecha (2).

Aunque en los hepatocitos se realizan la mayor parte de las más de 1.500 reacciones bioquímicas que tienen lugar en el hígado, su estructura está orientada a la depuración, empezando por su vasculatura. La sangre llega por dos grandes vasos, la arteria hepática y la vena porta, formada por las venas esplénica y mesentérica, que lleva sangre del estómago, bazo, páncreas, duodeno, intestino y mesenterio. Se ramifican hasta formar los capilares o sinusoides hepáticos, cuyas paredes están formadas por células endoteliales, finas, alargadas y que forman grandes poros, que actúan como filtros que facilitan el paso de grandes moléculas hasta los hepatocitos. Entre el sinusoide y los hepatocitos está el espacio de Disse, en el que se encuentran las células de Kupffer que actúan como macrófagos fagocitando partículas extrañas y producen gran cantidad de citoquinas, y las células de Ito con gran capacidad para sintetizar colágeno y factores de crecimiento, y almacenar grasas y sobre todo vitamina A (3).

La gran capacidad metabólica del hepatocito reside en sus actividades enzimáticas, aportadas principalmente por: las mitocondrias, con enzimas implicadas en la cadena respiratoria, la fosforilación oxidativa, la oxidación de los ácidos grasos, el ciclo del ácido cítrico, el control del metabolismo hídrico y el equilibrio iónico; los ribosomas, con enzimas encargadas de la síntesis de proteínas, muchas de ellas las propias enzimas; el retículo endoplásmico (RE) liso, que contiene gran cantidad de enzimas monooxigenasas dependientes del citocromo P450 y monooxigenasas dependientes de flavina adenina dinucleótido (FAD), y asociados al RE están los peroxisomas con alto contenido en enzimas peroxidasas (3).

Las funciones del hígado (2) nos pueden dar una idea de la importancia que tiene este órgano y de la necesidad de su correcta nutrición para que funcione bien:
a) Formación y secreción de la bilis, compuesta por hasta un litro diario de ácidos biliares, pigmentos biliares (glucurónidos), colesterol, fosfolípidos (lecitina), agua y electrolitos. Es de gran importancia en la digestión y absorción de las grasas.
b) Funciones anabólicas o de síntesis:

  • i)  Síntesis de proteínas: albúmina, proteínas transportadoras, factores de coagulación, hormonas, y factores de crecimiento, son liberadas al plasma por el hígado.
  • ii)  Síntesis de ácidos grasos, lipoproteínas, colesterol y fosfolípidos.
  • iii)  Síntesis de glucosa a partir de aminoácidos y lípidos.
  • iv)  Síntesis de vitaminas.
  • v)  Síntesis de urea eliminando el amoniaco presente en la sangre.
  1. c) Funciones inmunológicas, realizadas principalmente por las células de Kupffer.
d) Almacenamiento: de glucosa en forma de glucógeno, de vitaminas liposolubles (A, D, E) y otras hidrosolubles (K, B12), de metales (hierro y cobre).
e) Detoxificación de sustancias tóxicas: algunas moléculas que no son hidrosolubles sufren ciertas reacciones enzimáticas para poder excretarlas. Entre las moléculas endógenas tenemos la bilirrubina, y las hormonas esteroideas (estrógenos, cortisol y aldosterona) y tiroideas (tiroxina), y entre las exógenas tenemos fármacos, tóxicos ambientales, aditivos alimentarios, etc., que son denominados xenobióticos. La biotransformación se realiza por enzimas que metabolizan estos compuestos endógenos y exógenos, dando productos más hidrosolubles. Estas enzimas se pueden clasificar en dos grandes grupos, según participen en reacciones de la fase I o de la fase II. Las reacciones más representativas de la fase I son de oxidación, reducción e hidrólisis catalizadas por enzimas del Citocromo P450, mientras que las de la fase II son de conjugación con diferentes moléculas (ácido glucurónico, aminoácidos, glutatión, sulfato, metilo y acetilo). Estas enzimas se localizan en el RE, donde los xenobióticos se metabolizan secuencialmente, ya que muchos metabolitos de la fase I se someten a reacciones de conjugación (4).

Es destacable la capacidad de regeneración del hígado, pero no a partir de células madre, si no a partir de los diferentes tipos de células adultas, hepatocitos, endoteliales, de Ito, de Kupffer, etc. que permanecen sanas. Sin embargo, cuando estas células están dañadas por alguna sustancia tóxica, carencia nutricional, virus, etc., su capacidad de proliferación se reduce, pudiendo llegar a sufrir cirrosis, con proliferación excesiva de tejido conectivo que retrae el hígado y dificulta el paso de la sangre a través del mismo (2). La prevención de las enfermedades hepáticas o su tratamiento mediante el aporte de nutrientes adecuados y de plantas medicinales es un pilar esencial de la medicina complementaria y alternativa (1). Es importante disponer de un producto compuesto por nutrientes que han sido reconocidos científicamente como imprescindibles para mejorar la función hepática, extractos de plantas, vitaminas, minerales, aminoácidos, etc. todos ellos naturales y aptos para veganos.

ANTIOXIDANTE:

El estrés oxidativo está relacionado con la patogénesis de las enfermedades hepáticas. El hígado es el responsable de la detoxificación de los xenobióticos y durante la fase I se producen moléculas muy reactivas, aunque es el metabolismo energético el gran productor de radicales libres, principalmente las especies reactivas del oxígeno (ROS). El gran contenido en flavonoides y otros fitoquímicos antioxidantes de los extractos secos de las tres plantas (5, 6, 7), proporcionan efectos beneficiosos sobre el estrés oxidativo del hígado. También hay que destacar a las diferentes vitaminas y al ácido alfa-lipóico (AAL) como potentes antioxidantes. La acción beneficiosa del AAL puede residir en su capacidad para reducir la nicotinamida adenina dinucleótido fosfato (NADPH) oxidasa, restaurar el contenido de glutation y mejorar la expresión mitocondrial de las enzimas antioxidantes clave, incluyendo la glutatión reductasa. El AAL es capaz de bloquear potente y directamente los radicales libres, y de actuar como regenerador (reductor) de otras moléculas antioxidantes como las vitaminas C y E, el glutation o la coenzima Q10 que han sido oxidadas (8).

En cuanto a los antioxidantes endógenos, la glicina y cisteína son dos de los tres aminoácidos que intervienen en la síntesis de glutatión, el antioxidante endógeno por excelencia. El otro es el ácido glutámico, uno de los aminoácidos no esenciales más abundantes en el organismo humano, por lo que no ha sido incluido. Asegurar los niveles de glutatión es una garantía en el control del estrés oxidativo (9).

Un micronutriente de gran importancia en el control del estrés oxidativo es el Selenio, el cual se integra en enzimas y otras proteínas ligado al aminoácido cisteina (selenocisteína). Hay varias selenoproteínas que intervienen en el control del equilibrio redox (reducción-oxidación), una de las más importantes es la glutatión peroxidasa-4 (GPx-4) cuya actividad es reducir el glutatión que resulta oxidado al reducir los hidroperóxidos de fosfolípidos de membrana. Otro enzima de esta familia, la glutatión peroxidasa-1 (GPx-1), se relaciona con la detoxificación de lipoperóxidos y peróxidos de hidrógeno. Sus niveles dependen de la disponibilidad de selenio, y se localiza en el citoplasma y las mitocondrias de toda clase de células (10).

Uno de los radicales libres más peligrosos es el ión superóxido, que se genera en grandes cantidades en la mitocondria por su elevada actividad metabólica. La primera línea de defensa contra el superóxido es la presencia de una metaloenzima llamada superóxido dismutasa (SOD), que cataliza la dismutación del anión superóxido en H2O2. Los metales que actúan como cofactores de esta enzima son el Zinc y el Manganeso (11). El H2O2 es una molécula muy reactiva, que se transforma en H2O y O2 mediante la enzima catalasa, que también usa Manganeso como cofactor.

DETOXIFICADOR:

Dentro de las reacciónes de conjugación que tienen lugar durante la fase II, son muy importantes las que se producen por conjugación con glutatión, y con aminoácidos como la taurina y la glicina. De especial importancia es la intervención del pull hepático de taurina sobre la eliminación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) a través de los ácidos biliares, evitando la disminución del pull hepático de cisteína (12).

Para activar la expresión de las enzimas glucuronosiltransferasas (13) son importantes los fitoquímicos, muy beneficiosos como flavonas, curcumina, etc. las cuales van a catalizar la glucuronización de muchas moléculas nocivas, como la bilirrubina, durante la fase II. Para adyuvar a esta actividad, es importante la goma arábiga (GA) que es el producto natural de mayor contenido en ácido glucurónico (14). Aunque no es esta la única actividad que ejerce la GA sobre el metabolismo hepático, ya que recientemente se ha demostrado su capacidad para promover la eliminación intestinal de los ácidos biliares y reducir el nivel en plasma de colesterol total, triglicéridos y lipoproteínas de baja densidad (LDL) (15).

La silimarina (aportada por el Cardo mariano) ha sido utilizada como tratamiento protector en enfermedades hepáticas agudas y crónicas. Además, ayuda a las células hepáticas mediante una acción multifactorial, que incluye su unión a las membranas celulares para impedir la penetración de las toxinas hepatotóxicas en ellas, incrementar la actividad SOD, incrementar los niveles tisulares de glutatión, inhibir la peroxidación lipídica, incrementar la síntesis protéica y estimular la regeneración celular. La actividad hepatoprotectora de silimarina puede ser explicada por sus propiedades antioxidantes derivadas de la naturaleza fenólica de sus flavolignanos, que se ha demostrado que inhiben la producción de leucotrienos, lo que puede explicar su actividad anti- inflamatoria y antifibrótica (16).

La hipometilación tiene un amplio espectro de efectos que incluye alteraciones metabólicas, genéticas y epigenéticas. Los donantes dietéticos de grupos metilo son prometedores para la prevención del riesgo de enfermedades. La S-adenosil-metionina es el mayor donador celular de metilos, y está implicada en numerosas reacciones (metilación del ADN, síntesis de fosfatidilcolina, neurotransmisores, creatina, carnitina, glutation, taurina, etc,). La metionina, betaina, colina y el 5- metiltetrahidrofolato (su fuente dietética es el ácido fólico o vitamína B9) también son fuentes dietéticas de donadores de grupos metilo (17).

La homocisteína es un tóxico implicado en la patofisiología de varios desordenes, que se produce en el ciclo de metilación que, entre otros procesos, se produce durante la detoxificación por donación del grupo metilo de la S-adenosil-metionina. La betaina es sustrato de la enzima betaina-homocisteina metiltransferasa hepática y renal, que cataliza la remetilación de la homocisteína, y es de especial importancia en caso de hiperhomocisteinemia, durante la cual, la concentración de betaina disminuye en todos los tejidos, incluido el hígado. Pero cuando se incrementa la ingesta de betaina, disminuye la hiperhomocisteinemia. La betaina, que puede ser aportada directamente por la dieta, o a partir de su precursor, la colina, también juega funciones esenciales en el riñón. También actúa como una chaperona química que proporciona protección contra la desnaturalización de las proteínas de los pacientes con homocistinuria y también es un osmolito que mantiene el volumen celular en situaciones de estrés osmótico (18).

ACTIVACIÓN DEL METABOLISMO ENERGÉTICO

El inositol es un componente del complejo vitamínico B que actúa como un segundo mensajero en la vía de la insulina, por lo que se ha usado para mejorar la sensibilidad a la insulina ya que puede lograr un efecto similar a ella sobre las enzimas metabólicas. El ácido alfa lipoico es un ácido graso que juega un papel principal en el metabolismo energético celular y ejerce actividades antioxidantes sobre los radicales libres, promoviendo el consumo de glucosa celular,

tomando parte en el catabolismo de la grasa en el ciclo de Krebs. El inositol combinado con el ácido alfa lipoico puede ser utilizado como un suplemento dietético en pacientes resistentes a la insulina con el fin de aumentar su sensibilidad a la misma. Además, la alteración en el perfil lipídico tiende a interferir con el patrón de crecimiento celular y aumentar el daño celular incrementando los radicales libres. El consumo diario de inositol combinado con ácido alfa lipoico tiene una incidencia significativa sobre el síndrome metabólico, el cual se considera un factor de riesgo modificable en la prevención primaria del cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Juntos conducen a una reducción importante de las cifras de triglicéridos y al aumento de las de HDL (19).

La carnitina es un nutriente condicionalmente esencial y tiene una serie numerosa de funciones indispensables en el metabolismo. Es necesaria para el metabolismo de las grasas debido a su papel para transferir los ácidos grasos de cadena larga desde el citosol hasta la matriz mitocondrial para su beta-oxidación. También facilita los productos de la beta-oxidación peroxisomal a la mitocondria.

Excepto en el hígado y riñon, que poseen capacidad endógena para su síntesis enzimática, los tejidos dependen de la absorción intestinal de carnitina de las fuentes dietéticas, principalmente carne, pescado y productos lácteos. La suplementación con L-carnitina tiene gran interés debido a su capacidad para mejorar algunas características como la tasa de crecimiento o el incremento de la ratio proteina:grasa. En recientes estudios se ha comprobado que la L-carnitina tiene otros efectos útiles para el tratamiento de los desordenes degenerativos y metabólicos, protegiendo contra la neurodegeneración, el deterioro mitocondrial relacionado con la edad y el estrés oxidativo. Además, mejora la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina, tanto en sujetos sanos como en pacientes diabéticos. Y ha demostrado su utilidad para el tratamiento de la esteatosis hepática no alcohólica, así como para reducir la inflamación hepática, los niveles plasmáticos de citoquinas y las proteínas de fase aguda en los pacientes con hepatitis C crónica (20).

ACTIVACIÓN DE LA SÍNTESIS PROTÉICA

Observaciones recientes indican que las proteínas de la dieta pueden modular la lipogénesis y la deposición de grasa en el hígado, y que disminuyendo carbohidratos y aumentando proteínas se reduce la lipogénesis y la esteatosis hepática. En personas sanas no obesas, la suplementación con proteínas reduce la acumulación intrahepatocelular de lípidos inducida por dietas altas en grasas, independientemente de la ingesta de grasas y carbohidratos. En individuos con sobrepeso, la suplementación con proteínas del suero reduce significativamente la acumulación de lípidos intrahepatocelular. Hay evidencias sustanciales de que una ingesta elevada de proteínas puede prevenir la enfermedad de hígado graso no alcohólica, incluso cuando la ingesta excede los requerimientos energéticos. Se ha comprobado que este efecto es debido a la ingesta de algunos aminoácidos esenciales específicos (21).

De los cinco aminoácidos esenciales (Valina, Leucina, Isoleucina, Lisina y Treonina), sólo los llamados aminoácidos ramificados (Valina, Leucina e Isoleucina) se consideran aminoácidos activadores de las rutas implicadas en el metabolismo hepático. Estos no son sólo constituyentes de proteínas, si no también una fuente de glutamato que detoxifíca el amoniaco producido por la síntesis de glutamina en el músculo esquelético. Los estudios clínicos han demostrado que la administración intravenosa de aminoácidos ramificados mejora la encefalopatía hepática con hiperamonémia, y las guías de la Sociedad Americana para la Nutrición Enteral y Parenteral y de la Sociedad Europea para la Nutrición Clínica y el Metabolismo, recomiendan la suplementación con los aminoácidos ramificados para los pacientes con cirrosis con encefalopatía hepática crónica. Muchos otros estudios sugieren la posibilidad de un uso más amplio de la suplementación con aminoácidos ramificados en la enfermedad hepática. Se piensa que los cambios en el metabolismo de los aminoácidos en la enfermedad hepática, juega un papel en la patogénesis de muchas de sus complicaciones, como la encefalopatía, la hipoalbuminemia con edema y la resistencia a la insulina. Se ha sugerido que la suplementación con aminoácidos ramificados, no sólo altera las bases metabólicas y la frecuencia de complicaciones de la cirrosis, si no que también inhibe la hepatocarcinogénesis y mejora la función inmune y el estrés oxidativo, la regeneración hepática, la caquexia o la encefalopatía hepática (22).

En los estudios más recientes se ha puesto de manifiesto que Leucina es el más eficaz de los aminoácidos ramificados. Cuando se incrementa la ingesta de Leucina se reduce la resistencia a la insulina inducida por las dietas altas en grasas, la activación inflamatoria en el tejido adiposo, la intolerancia a la glucosa y la esteatosis hepática, sin modificar la ganancia de peso. Estos efectos de la Leucina se producen por regulación de diferentes vías metabólicas, como la mTOR, reduciendo la expresión de los genes implicados en la lipogénesis y en el metabolismo de la glucosa y reduciendo el riesgo de desarrollo de enfermedades como la diabetes o el síndrome metabólico (23).

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A PROPÓSITO DEL APARATO DIGESTIVO

Suplementación del aparato digestivo

El aparato digestivo es el conjunto de órganos (incluyendo el páncreas y el hígado) que intervienen en la digestión, y que básicamente cumplen la función de asegurar que las moléculas complejas que ingerimos en la alimentación son transformadas en otras más sencillas mediante las enzimas digestivas, para que puedan ser absorbidas y transportadas por la sangre a todo el cuerpo, pero que también tiene en cuenta los procesos de detoxificación y eliminación. Cuando se declara una patología en el aparato digestivo, son habituales los síntomas de malestar y dolor, pero la afectación puede alcanzar a otros órganos del cuerpo, que progresivamente se ven afectados y que acaban por causar diversas alteraciones psicosomáticas. La mayor parte de las patologías afectan al intestino, son de tipo inflamatorio, y suelen comenzar por alteraciones de la barrera del epitelio intestinal. Uno de los objetivos principales de las terapias digestivas es recuperar la homeostasis de la barrera epitelial del intestino y combatir la inflamación intestinal, para lo cual se conocen diversos productos que vamos a ir detallando a continuación.

La Vitamina D, ha demostrado tener el potencial de reducir la permeabilidad epitelial de la mucosa intestinal y mejorar la inflamación en la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). La vitamina D induce la expresión de varias proteínas involucradas en el mantenimiento de las uniones estrechas entre las células epiteliales intestinales, que controlan la permeabilidad intestinal. Se ha comprobado en diferentes poblaciones que los polimorfismos genéticos del receptor de la vitamina D, se asocian al desarrollo de enfermedad inflamatoria intestinal humana. Por lo tanto, la vitamina D parece jugar un papel crítico en el mantenimiento de la función de la barrera intestinal, y por lo tanto en el tratamiento de los pacientes con EII (1).

Sobre la importancia del Complejo de las Vitaminas B para nuestra salud se ha acumulado una enorme evidencia científica, y también su deficiencia acarrea consecuencias muy negativas sobre nuestra salud gastrointestinal, siendo muy recomendable una suplementación con este complejo vitamínico para mejorar a los pacientes afectados de enfermedad inflamatoria intestinal, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn o enfermedad celiaca (2).

Los probióticos también parecen influir en la permeabilidad del epitelio intestinal. El mecanismo por el cual la permeabilidad intestinal se reduce después del tratamiento probiótico implica reordenamiento de algunas proteínas que son fundamentales en la estabilización de los complejos de las uniones estrechas. También se ha demostrado que los probióticos pueden disminuir la permeabilidad intestinal, in vivo, durante la colitis inducida químicamente, restaurando la integridad de la barrera intestinal a través del mantenimiento de la expresión de proteínas de las uniones estrechas, y la prevención de la apoptosis de las células del epitelio intestinal. Una formulación probiótica múltiple, demostró ser eficaz en la restauración de defectos de la permeabilidad epitelial, retrasando el desarrollo de la inflamación intestinal. Este efecto parece estar relacionado con el aumento de la producción de TNF por las células del epitelio intestinal inducida por los probióticos, lo que parece mejorar diferentes componentes de la inmunidad innata de la mucosa y la función de la barrera epitelial (1).
Artículos recientes han demostrado una asociación entre la falta de diversidad de la microbiota intestinal y la enterocolitis necrotizante. Una revisión sugiere que las combinaciones de probióticos son más eficaces que una cepa única para el intestino y las funciones inmunes, y un meta-análisis actualizado que incluye 21 ensayos ha confirmado los efectos preventivos de los probióticos sobre la enterocolitis necrotizante (3).

El butirato es un ácido graso de cadena corta producido por fermentación microbiana intestinal de fibras dietéticas, tiene la capacidad de reforzar la función de barrera epitelial a través de un aumento en la producción de moco. Varios estudios sugieren un papel primario del butirato en la modulación de la permeabilidad epitelial. El butirato ejerce muchos otros efectos sobre las

células del epitelio intestinal, como contribuir al balance energético de las células, al control del estrés oxidativo, y a la regulación del estado inflamatorio de las células. Su papel en el mantenimiento de la barrera epitelial puede ser más compleja, incluyendo varias funciones fundamentales para la preservación de la homeostasis y la integridad de las células del epitelio intestinal. Aún no está claro cuál de estas muchas acciones confiere el efecto terapéutico más potente del butirato (1).

La glutamina es un nutriente importante para la proliferación celular intestinal. Los estudios indican que la glutamina ejerce múltiples actividades biológicas tales como antioxidante, anti-apoptosis, y anti-inflamación, que están involucrados en los mecanismos fisiopatológico de las enfermedades inflamatorias intestinales. La suplementación con glutamina atenua el daño inflamatorio en la mucosa intestinal mediante la supresión de la expresión de los receptores tipo Toll y de las caspasas. La suplementación con glutamina en bebés prematuros es segura y reduce significativamente la intolerancia alimentaria. También hubo una tendencia a menor riesgo de enterocolitis necrotizante y perforación intestinal (3).

La N-acetilcisteína (NAC), es precursor de la cisteína, es un componente importante en la producción de glutatión intracelular. La suplementación con NAC se asocia con un efecto protector sobre la lesión intestinal a través de sus propiedades anti-inflamatorias y antioxidantes (3).

La curcumina cuenta con muchos estudios en pacientes con enferemedad inflamatoria intestinal (EII) demostrando su potencial como un anti-inflamatorio sin efectos secundarios significativos. Se ha demostrado que los extractos de cúrcuma benefician a los pacientes con EII, mediante la reducción del transporte inapropiado en las células epiteliales intestinales y aumentando la actividad promotora de los genes de citoquinas anti-inflamatorias como la interleukina-10 (IL- 10). El tratamiento oral con curcumina disminuye los daños del colon y se asocia con supresión de la activación de NF-κB en la mucosa colónica y reducción de las reacciones inflamatorias, de la peroxidación lipídica, y de la muerte celular apoptótica. También disminuye la infiltración de neutrófilos y la secreción de TNF-α. La curcumina inhibe la quimiotaxis de los linfocitos polimorfonucleares (PMN) y los neutrófilos humanos mediada por IL-8, y puede inhibir la angiogénesis mediada por el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF) en las células endoteliales microvasculares intestinales humanas. Por lo tanto la curcumina se puede utilizar como agente terapéutico frente a la activación endotelial en la EII (4,5).

La piperina es un potenciador que aumenta la biodisponibilidad de moléculas hidrófobas como la curcumina, reduciendo su metabolismo y aumentando su absorción intestinal incrementando el tiempo de residencia y alterando la dinámica de los lípidos de membrana y la conformación de las enzimas en el intestino. También inhibe las enzimas UDP- glucuroniltransferasas que catalizan la glucuronidación de la curcumina en el intestino y el hígado. Los estudios en ratas y en humanos han demostrado que la administración concomitante de la curcumina con piperina produce un aumento en la biodisponibilidad de la curcumina del 150% en ratas y del 2000% en el hombre (6).

El magnesio (Mg) es el segundo catión intracelular más abundante después del potasio y juega un papel esencial en numerosas reacciones celulares fundamentales. La deficiencia de Mg se asocia con varios trastornos metabólicos, como la diabetes tipo 2, el síndrome metabólico, la dislipidemia y la hipertensión. Además, la inflamación sistémica se ha observado en pacientes con hipomagnesemia. La inflamación sistémica e intestinal en modelos experimentales de roedores con deficiencia de Mg se caracteriza por la activación de los leucocitos y macrófagos con mayor producción de citocinas inflamatorias y proteínas de fase aguda.
Los mecanismos por los que la deficiencia de Mg influye en el mal funcionamiento digestivo pueden ser varios, aunque se considera que los más importantes están relacionados con la disminución de la actividad de las enzimas intestinales y de la microbiota, especialmente las bifidobacterias. Se ha observado que el contenido intestinal de bifidobacterias, y en menor medida

de lactobacilos, disminuye durante un corto plazo (4 días) de deficiencia de Mg. Además, algunos estudios han revelado la importancia del Mg en la fisiología de las bifidobacterias. También se ha comprobado que durante un periodo más largo de deficiencia de Mg, se incrementa la fermentación por la microbiota, debido a la disminución de la actividad de las enzimas intestinales implicadas en la digestión de los carbohidratos, como las disacaridasas (7).

La administración de suplementos de enzimas digestivas puede ayudar en la descomposición de las grasas, proteínas y carbohidratos y puede proporcionar beneficios en trastornos en los que puede estar comprometida la digestión. Enzimas procedentes de plantas, como la bromelina de la piña y papaína de la papaya, tienen actividad proteolítica. La bromelina es un nombre general para enzimas proteolíticas del fruto y el tallo de la piña. La bromelina también contiene una peroxidasa, una fosfatasa ácida, varios inhibidores de la proteasa, y calcio ligado orgánicamente. La bromelina se utiliza comúnmente como un suplemento para facilitar la digestión de las proteínas. Además, se ha informado del beneficio de su uso en el desbridamiento de heridas y como agente anti-inflamatorio, en particular en el trauma del tejido blando. La papaína se purifica a partir del fruto de la papaya. Es un complejo de varias enzimas que tienen actividad proteolítica, amilolítica, y lipolítica débil. Al igual que la bromelina, la papaína se utiliza comúnmente para ayudar a la digestión de las proteínas. Los estudios que combinan las enzimas pancreáticas y enzimas fúngicas o bromelina han reportado efectos sinérgicos (8).

La digestión normal requiere la estimulación adecuada de la secreción pancreática, con una producción suficiente de enzimas digestivas por las células acinares pancreáticas, sin obstrucción del conducto que proporcione un flujo adecuado del jugo pancreático y una mezcla adecuada del jugo pancreático con los alimentos ingeridos. El fracaso en cualquiera de estos pasos puede resultar en una insuficiencia pancreática exocrina, que es causa frecuente de mala digestión y una de las principales complicaciones de la pancreatitis crónica, que conduce a esteatorrea (grasa en las heces), pérdida de peso y otras complicaciones relacionadas con la desnutrición, como la osteoporosis (9). El tratamiento de la insuficiencia pancreática exocrina comienza por evitar los hábitos tóxicos (dejar de fumar y el consumo de alcohol), la corrección dietética, y la terapia de reemplazo enzimático. La terapia de reemplazo de enzimas pancreáticas se administra por vía oral al menos desde el siglo XIX. Están disponibles enzimas digestivas de hongos, plantas y páncreas de animales (especialmente porcino), y en teoría, la simple adición de estas enzimas con las comidas pueden resolver la deficiencia y restaurar la absorción normal. Sin embargo, no se puede generalizar y debe hacerse un estudio individualizado para cada paciente (10).

La Aloe vera es muy conocida por sus propiedades medicinales. Esta planta es una de las fuentes naturales más ricas para la salud de los seres humanos, por la presencia de más de 200 sustancias biológicamente activas diferentes, muchas de las cuales son aportadas por el gel interior de las hojas, que incluyen actividades antibacterianas y antimicrobianas de los constituyentes no volátiles del gel de la hoja. A. vera tiene varias propiedades medicinales como antitumoral, antiartrítica, antirreumatoidea, y antidiabéticas. También se ha empleado para el estreñimiento, los trastornos gastrointestinales, y las deficiencias del sistema inmunológico. A. vera inhibe la vía de la ciclooxigenasa y reduce la producción de prostaglandina E2, que desempeña un papel importante en la inflamación. Contiene antraquinona (Aloína) y cromona (aloesina), que tienen actividad farmacológica para aliviar las respuestas inflamatorias en la enfermedad inflamatoria intestinal. La Aloína, presente en el gel, se metaboliza por la flora colónica para reactivar la Aloe-emodina, que es responsable de la actividad purgante. La Aloe-emodina también inhibe la migración de células de cáncer de colon mediante la regulación negativa de enzimas metaloproteasas y del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF). La A. vera contiene cinco fitoesteroles, que son capaces de reducir la acumulación de grasa visceral, e influyen en el metabolismo de la glucosa y los lípidos. Contiene cantidades sustanciales de antioxidantes incluyendo α-tocoferol (vitamina E), carotenoides, ácido ascórbico (vitamina C), flavonoides, taninos, y se ha sugerido que la acción antioxidante puede ser una propiedad importante en el tratamiento de diversos enfermedades (11).

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  11. Radha and Laxmipriya. (2014) Evaluation of biological properties and clinical effectiveness of Aloe vera: A systematic review. J Tradit Complement Med. Dec 23;5(1):21-6.

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A PROPÓSITO DE LOS PROBIÓTICOS Y PREBIÓTICOS.

Importancia de los probióticos y prebióticos para nuestra salud:

         En los últimos años, las ciencias relacionadas con la salud han puesto el foco sobre la microbiota que convive con nosotros, estableciendo las bases de nuestra relación con ella, así como la necesidad de mantener la buena “salud” de esa microbiota, pues está demostrado que en ello nos va también nuestra propia salud.

Esta microbiota está compuesta por microorganismos de todo tipo (bacterias, hongos, levaduras y virus), que interaccionan con nosotros pero también con otros microorganismos con los que establecen relaciones de competencia, simbiosis y antagonismo, y que van a determinar consecuencias para nuestro organismo.

         Aunque hay presencia de microorganismos en muchos lugares, como los pulmones, la boca, la piel, la vagina, etc., la microbiota más estudiada es la del intestino. En él  hay gran cantidad de microorganismos de cientos de especies diferentes, muchas de las cuales aún no hemos podido cultivar in vitro, pero que gracias a modernas técnicas de identificación mediante ADN, sabemos que están. Sin embargo, identificar los beneficios que suponen para nosotros y nuestra salud es muy complicado (1). Los estudios comparativos de la microbiota intestinal de sujetos enfermos y sanos, han permitido relacionar más de 25 enfermedades o síndromes con un microbioma intestinal alterado. Desde enfermedades gastrointestinales como el síndrome de intestino irritable, o el cancer colorrectal, a enfermedades metabólicas e incluso a enfermedades como el Alzheimer, trastornos del espectro autista, el síndrome de fatiga crónica, el Parkinson, o enfermedades autoimmunes como la artritis reumatoidea y la esclerosis múltiple. Las enfermedades más estudiadas en su relación con la microbiota intestinal son la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes mellitus de tipo  II (2). Y aunque no está claro si las alteraciones en la microbiota son la causa o la consecuencia de estas enfermedades, se cree que la manipulación de la microbiota puede ayudar a prevenir e incluso a tratar la enfermedad.

         Sabemos que algunas bacterias intestinales tienen capacidad para metabolizar algunos compuestos que están en nuestra alimentación (y que nosotros somos incapaces de hacerlo) y producir otros compuestos que luego nosotros vamos a utilizar como nutrientes muy importantes. Un ejemplo es la producción de algunos ácidos grasos de cadena corta, como el butirato (3), a partir de fibras alimentarias no digeribles por el hombre, como la inulina, y que son de gran importancia para la nutrición y viabilidad de las células del epitelio intestinal (colonocitos, enterocitos, etc.) y cuyo déficit se han relacionado con diversas patologías intestinales incluido el cáncer.

         Otro ejemplo muy interesante, es la metabolización de las isoflavonas fitoestrogénicas de origen vegetal por la microbiota para originar equol, una molécula biosimilar a los estrógenos y que en la mujer que alcanza el climaterio va a compensar los efectos provocados por la caída en la producción de estrógenos, pero que también se le suponen efectos protectores frente a tumores hormono dependientes, puesto que hay una gran correlación entre las poblaciones consumidoras de este tipo de isoflavonas y la baja incidencia de estos tumores (4).

         Un efecto benéfico muy importante para nuestra salud, es la competencia que tiene la microbiota sobre microorganismos patógenos y los patobiontes que colonizan nuestro intestino, causando inflamación, diarreas, y enfermedades con fatales consecuencias. Las causas que originan las alteraciones en la microbiota simbionte para que se produzca la invasión de patógenos o el sobrecrecimiento de patobiontes, son: el consumo de antibióticos, de antiinflamatorios no esteroideos, de terápias que suprimen la producción de ácido, y la edad (5, 6). Está comprobado que los daños que provocan estas disbiosis, pueden revertir con un tratamiento basado en incorporar a nuestro tracto digestivo una gran cantidad de bacterias probióticas. Son varias las especies bacterianas que han demostrado combatir el sobrecrecimiento de Clostridium difficile (el patobionte más estudiado) en el intestino, así como el efecto favorable para nuestra salud. Es pues, práctica habitual el tomar preparados que contengan una mezcla de varias cepas probióticas de diferentes especies que hayan demostrado en los ensayos su eficacia.

         Otra de las vías de investigación relacionada con las bacterias probióticas, es el efecto favorable que tienen sobre ella y sobre su implantación en el epitelio intestinal, unos nutrientes denominados prebióticos. Estos estudios están poniendo de manifiesto la influencia negativa de las dietas occidentales sobre la microbiota intestinal, cuando se comparan con las dietas de poblaciones más tradicionales (7), y también la posibilidad de tratar las patologías causadas por las disbiosis intestinales mediante el uso combinado de probióticos y prebióticos (8). Muchos de los prebióticos que se están identificando son móleculas no digeribles por nuestro sistema digestivo (9). Diferentes polisacáridos, como la inulina, y oligosacaridos como los FOS (fructooligosacáridos) derivados de ella, son los más estudiados y empleados en los suplementos alimenticios y en los tratamientos probióticos acompañando a las bacterias, en lo que se empieza a denominar como tratamientos simbióticos.

         Éste simbiótico en el cual, además de estar presentes 11 cepas de diferentes especies con demostrada eficacia probiótica, se ha incluido una dosis de FOS, para incrementar la capacidad de los probióticos para implantarse y desarrollarse en el epitelio intestinal. Según las revisiones y tratados que actualmente se consideran dotados de suficiente evidencia científica, están indicados en el tratamiento de las disbiosis que afectan a distintas patologías intestinales, como la colitis ulcerosa, el síndrome de Crohn, el intestino irritable, o las diarreas infecciosas (10). Así mismo, parece haber evidencia de la eficacia de tratar algunas alteraciones metabólicas, como la obesidad, la diabetes mellitus de tipo II, las dislipidemias, etc. También existe una buena evidencia sobre la relación de la microbiota intestinal con el sistema psiconeuroinmunoendocrinológico (11), por lo que se incrementan enormemente las posibles indicaciones de los simbióticos como un tratamiento de base para alcanzar el máximo beneficio a la hora de implementar cualquier tratamiento para la salud.

Referencias bibliográficas:

1.- Hevia A, and cols.  2014. Intestinal dysbiosis associated with systemic lupus erythematosus. mBio 5(5):e01548-14.

2.- Geurts, L. and cols.  2014. Gut microbiota controls adipose tissue expansion, gut barrier and glucose metabolism: novel insights into molecular targets and interventions using prebiotics. Beneficial Microbes, 5(1): 3-17.

3.- Tojo R. and cols.  2014. Intestinal microbiota in health and disease: Role of bifidobacteria in gut homeostasis. World J Gastroenterol. 7; 20(41): 15163-15176.

4.- Rafii F., 2015. The Role of Colonic Bacteria in the Metabolism of the Natural Isoflavone Daidzin to Equol. Metabolites, 5, 56-73.

5.- Kamada N. and cols.  2013. Control of Pathogens and Pathobionts by the Gut Microbiota. Nat Immunol.; 14(7): 685–690.

6.- Bibbò S. and cols.  2014. Role of Microbiota and Innate Immunity in Recurrent Clostridium difficile Infection. J.  Immunol. Res., Article ID 462740, 8 pages.

7.- De Filippoa C. and cols. 2010. Impact of diet in shaping gut microbiota revealed by a comparative study in children from Europe and rural Africa. Proc. Natl. Acad. Sci. 17, vol. 107.  no. 33. 14691–14696.

8.- Tavares S. and cols.  2013. Intestinal microbiota; relevance to obesity and modulation by prebiotics and probiotics. Nutr Hosp.; 28(4):1039-1048.

9.- Corzo N. and cols. 2015. Prebióticos; concepto, propiedades y efectos beneficiosos. Nutr Hosp.; 31(Supl. 1): 99-118.

10.- Olveira Fuster G. y González-Molero I. 2007.  Probióticos y prebióticos en la práctica clínica. Nutr Hosp.; 22(Supl. 2): 26-34.

11.- Tlaskalova-Hogenova H. and cols. 2011. The role of gut microbiota (commensal bacteria) and the mucosal barrier in the pathogenesis of inflammatory and autoimmune diseases and cancer: contribution of germ-free and gnotobiotic animal models of human diseases. Cellular & Molecular Immunology 8, 110–120.

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A PROPÓSITO DE LOS ADAPTÓGENOS

Las plantas consideradas “adaptógenas”, un término usado para describir las hierbas que mejoran la energía física y capacidad atlética, aumentan la inmunidad contra resfriados y las infecciones y aumentan la capacidad sexual y la fertilidad.

Esta combinación de remedios y hierbas especiales de los diferentes saberes médicos de nuestro planeta producen una gran resistencia corporal contra el estrés y aumentan la fortaleza. Este producto es especialmente beneficioso para aquellas personas que son muy sensibles a la sobrecarga tensional, emocional e inmunodepresión.

CORDYCEPS (Cordyceps sinensis)

Cordyceps sinensis es un recurso natural que se ha utilizado ampliamente como un tónico y suplemento saludable por los pacientes mayores con mala salud, especialmente en China y otros países asiáticos. Posee diversas actividades biológicas gracias  a numerosos componentes bioactivos como cordicepina, polisacáridos, ergosterol, manitol y adenosina, entre otros. Se han demostrado diversas acciones farmacológicas de estos constituyentes fitoquímicos, como antitumoral, hepatoprotector, nefroprotector, efecto antiinflamatorio y antioxidante,  y con propiedades antiapoptóticas. Muchos de ellos son modificadores de la respuesta biológica y activan nuestro sistema inmunológico para una multitud de funciones defensivas. Sus efectos inmunomoduladores están asociados con la actividad antitumoral de algunos componentes, como cordicepina, adenosina, exopolisacáridos, cordiglucanos, y saponinas de monosacáridos.

Para resumir, el efecto de C. sinensis puede ser causado por un solo ingrediente activo o por la acción combinada de muchos agentes activos que existen en el extracto (1).

 ASHWAGANDHA (Withania somnifera).

Ashwagandha se utiliza como remedio casero en la India, donde lo consideran como el mejor tónico para los ancianos y los niños, y como afrodisíaco por los jóvenes. Los datos científicos apoyan la conclusión de que Ashwagandha es un potente tónico regenerador (Rasayana del Ayurveda), debido a sus múltiples acciones.  Los componentes fito-químicos biológicamente activos de Withania somnifera incluyen alcaloides, lactonas esteroideas y saponinas. Son agentes adaptogé-nicos antiestrés, tienen acciones farmacológicas inmunomoduladoras, efectos antitumorales, son neuroprotectores y útiles en enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, Huntington, demencia senil y la enfermedad de Alzheimer, tienen efecto ansiolítico y mejoran los niveles de energía y la salud mitocondrial, son antiinflamatorios, antiartríticos y analgésicos, protegen contra las úlceras gástricas y otras enfermedades inducidas por el estrés, útiles en niños con déficit de memoria y en personas mayores con pérdida de memoria (2).

 

LÚPULO (Humulus lupulus)

El lúpulo, son los estróbilos, inflorescencias o “conos” resinosos de los individuos femeninos de las especies dioicas del Humulus lupulus L. (Fam. Cannabaceae. Los géneros Humulus L. y Cannabis L. son miembros de esta familia), y se utiliza en la actualidad principalmente por sus ácidos amargos y sus aceites volátiles aromáticos en la fabricación de cerveza. Además, las preparaciones de lúpulo se venden en tiendas de alimentos naturales y en las farmacias de Europa y EE.UU., por su efecto de tipo sedante, para el tratamiento de la ansiedad y el insomnio. Se supone que este efecto es debido a algunos ácidos amargos, como la humulona y la lupulona. El lúpulo mejora el tiempo total de sueño, la calidad  y la profundidad del sueño, y reduce el tiempo hasta quedar dormido. Más de mil fitoquímicos se han encontrado en el lúpulo, y se ha demostrado que contiene uno de los más potentes fito-estrógenos conocidos, la 8-prenylnaringenina, un flavonoide prenilado llamado vulgarmente hopeina (hops=lúpulo en inglés). Se ha visto que los extractos de lúpulo o sus compuestos tienen actividad antioxidante, antimicrobiana particularmente frente a bacterias Gram positivas, potencial actividad quimiopreventiva y citotóxica frente a algunos tipos de cancer, actividad antiinflamatoria por supresión de la transcripción del gen COX-2, y frente a algunos síntomas propios del climaterio, como los sofocos (3).

SCHIZANDRA (Schizandra chinensis)

 

Esta planta tiene muchas actividades biológicas incluyendo, simpaticomimética (estimulante), hepatoprotectora, antitóxica, anti-alergénica, antidepresiva, estimulante de la glucogénesis y efectos antioxidantes. Además, la schizandra es un tónico estimulante de la resistencia. Es un agente antifatiga, que posiblemente contribuye a acelerar los procesos de restauración dentro del cuerpo humano. Algunos de sus defensores dicen que cuanto mayor sea el grado de agotamiento, mayor es su efecto estimulante. La schizandra puede ser útil para la reversión de la depresión del sistema nervioso central, porque la depresión puede ser debida, en parte, al agotamiento adrenérgico tras el estrés psicogénico grave. Esta hierba también se está promoviendo por su efecto estimulante sobre el sistema nervioso sin ser excitatorio como la anfetamina o la cafeína. También puede desempeñar un papel en las enfermedades inflamatorias, mediante la inhibición de la cascada del ácido araquidónico schizandra protege el hígado y estimula el sistema inmune, dos papeles clave de un adaptógeno ideal (4).

 GUGGUL (Commiphora Mukul).

Es una de las más antiguas plantas ayurvédicas que fue descrita por primera vez hace cuatro mil años, y en los últimos 30 años el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la India ha financiado un programa de investigación para estudiar sus propiedades. Guggul es la goma de resina seca obtenida de la corteza del árbol del guggul, que contiene una mezcla de diterpenos, esteroles, esteroides, ésteres y alcoholes superiores. Los componentes activos de la planta son las esteronas Guggul, específicamente los estereoisómeros, guggul esterona E y Z. Estos esteroles vegetales tienen un alto grado de bioactividad en humanos, y se ha demostrado que afectan a muchos procesos biológicos. Cuando se toma por vía oral, guggul es curativo de la obesidad, disfunción hepática, tumores internos, llagas y úlceras malignas, molestias urinarias, fístulas anales, gusanos intestinales, leucoderma, edemas y parálisis repentinas. También se considera un tónico cardíaco. Se ha comprobado en estudios recientes que no activa los receptores de esteroides y que está desprovisto de cualquier actividad estrogénica, antiestrogénica, o progestacional. Sin embargo, estas guggul esteronas puras, tienen una pronunciada actividad hipolipidémica, y se ha demostrado que tiene propiedades anticancerígenas y antiinflamatorias muy importantes (5).

RHODIOLA (Rhodiola rosea)

 

Esta planta es eficaz en el tratamiento de la depresión leve a moderada y como adaptógeno en momentos de disminución del rendimiento tales como la fatiga y sensación de debilidad. Su mecanismo de acción en la depresión se piensa que es a través de aumentar beta-endorfinas, triptófano y serotonina en el cerebro. Rosiridin es el ingrediente bioactivo de Rhodiola rosea, que inhibe las monoaminas oxidasas A y B , por lo que puede ser eficaz en la depresión y en la demencia senil. Los efectos farmacológicos del extracto de Rhodiola rosea descritos en los estudios son: adaptogénico y protege del estrés; neuro-cardio-hepatoprotector; antioxidante; estimulante del sistema nervioso central, con efectos sobre la función cognitiva como atención, memoria y aprendizaje; anti-fatiga; antidepresivo y ansiolítico; normalizador endocrino; y aumenta la esperanza de vida.

Útil para su uso como estimulante contra la fatiga para pacientes que han sufrido estados de astenia y personas sanas que mostraron astenia durante períodos de alto esfuerzo mental o después del trabajo físico intenso. También se puede aplicar en los casos de enfermedades mentales, neurosis, trastornos neurótico-nerviosos borderline y psicopatías. En la práctica psiquiátrica, extractos de Rhodiola rosea se indican para la corrección de los efectos secundarios neurológicos asociados con el tratamiento psicofarmacológico, y por la intensificación y la estabilización de las remisiones de pacientes con esquizofrenia de tipo asténico y apático-abúlico (6,7).

BRAHMI (Bacopa monieri)

 

Bacopa monnieri (Fam. Scrophulariaceae), también conocidos como Brahmi, es una reputada hierba ayurvédica indicada para mejorar la memoria, la cognición y la salud cerebral, reduciendo el estres, la ansiedad y la depresión. Estas afirmaciones tradicionales han sido apoyadas por muchos estudios in vitro e in vivo, realizados utilizando el extracto de la planta o sus fitoquímicos purificados. Los más importantes son unas saponinas llamadas ‘bacósidos’, especialmente el Bacósido A (una mezcla de cuatro saponinas triglycosídicas), que han sido considerados como los principales componentes bioactivos responsables de los efectos cognitivos de B. monnieri. Es necesario que los bacósidos sean metabolizados previamente para que puedan atravesar la barrera hematoencefálica y ejercer su efecto. Otras actividades farmacológicas mostradas por B. monnieri incluyen antiepiléptico, ansiolítico, antidepresivo, sedante, antioxidante y actividad anti-inflamatoria. Se han propuesto diversos mecanismos de acción para sus efectos cognitivos incluyendo la inhibición de la acetilcolinesterasa, la reducción del β-amiloide, neuroprotección antioxidante, la modulación de neurotransmisores (acetilcolina, 5-hidroxitriptamina y dopamina), activación de la acetilcolin transferasa y el aumento del flujo sanguíneo cerebral (8).

YATAMANSI (Nardostachys jatamansi)

 

Nardostachys jatamansi (Fam. Valerianaceae) es originaria de las regiones del Himalaya en la India. En Ayurveda, sus raices son usadas como tónico y antiespasmódico, para tratar la histeria, la epilepsia y las convulsiones. Sus decocciones son usadas en desórdenes neurológicos, insomnio y desórdenes del sistema cardiovascular. Sus principales compuestos bioactivos son los sesquiterpenos (ácido Jatamánsico y Jatamansona) y lignanos presentes en las raíces de esta planta junto con un éster terpenoide, Nardostachysina I. Hasta la fecha se han llevado a cabo muchas investigaciones para evaluar N. jatamansi en el tratamiento de diversos trastornos neurológicos y cardiovasculares en diversos modelos animales y se utiliza ampliamente en formulaciones ayurvédicas. Se ha informado de que poseen actividad antidepresiva, anticonvulsiva, antiarrítmica, y poseen propiedades antioxidantes. También mejora el aprendizaje y la memoria, e incrementa la actividad de las aminas biogénicas (9).

 

BIBLIOGRAFÍA:

 

1- Liu, Y., et al. (2015). The Chemical Constituents and Pharmacological Actions of Cordyceps sinensis. Evid Based Complement Alternat Med. Volume 2015, Article ID 575063, 12 pag.

2- Singh, N., et al. (2011). An overview on Ashwagandha: a rasayana (rejuvenator) of ayurveda. Afr J Tradit Complement Altern Med. 8(S):208-213.

3- Chadwick, L. R., et al. (2006). The pharmacognosy of Humulus lupulus L. (hops) with an emphasis on estrogenic properties. Phytomedicine. January ; 13(1-2): 119–131.

4-  Alok, S., et al. (2014). Herbal antioxidant in clinical practice: A review.  Asian Pac J Trop Biomed. 4(1): 78-84.

5- Shishodia, S., et al. (2008). The Guggul for Chronic Diseases: Ancient Medicine, Modern Targets. Anticancer Res. 28: 3647-3664.

6- Qureshi, N. A., Al-Bedah, A. M., (2013). Mood disorders and complementary and alternative medicine: a literature review. Neuropsychiatr Dis Treat. 9: 639-658.

7- Panossian, A., et al., (2010). Rosenroot (Rhodiola rosea): traditional use, chemical composition, pharmacology and clinical efficacy. Phytomedicine. 17(7): 481-493.

8- Ramasamy, S., et al., (2015). In Silico and In Vitro Analysis of Bacoside A Aglycones and Its Derivatives as the Constituents Responsible for the Cognitive Effects of Bacopa monnieri. Plos One. May 12; 10(5).

9- Rasheed, A. S., et al., (2010). Evaluation of toxicological and antioxidant potential of Nardostachys jatamansi in reversing haloperidol-induced catalepsy in rats. Int. J. Gen. Med. May 26;3: 127-136.

 

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CÚRCUMA + BOSWELLIA + PIMIENTA NEGRA

CURCUMA LONGA

            Curcuma longa es una hierba de la medicina tradicional China con una larga historia de uso como tratamiento para las enfermedades inflamatorias en China y el sudeste asiático. La curcumina es un nutracéutico descubierto hace unos dos siglos por Vogel y Pelletier, científicos de la Universidad de Harvard, en los rizomas de Curcuma longa. La FDA (Food and Drug Administration) ha declarado la curcumina como un nutraceutico “generalmente considerado como seguro” (GRAS), ya que a pesar de que exhibe una amplia variedad de actividades farmacológicas, se ha demostrado que es bastante segura en humanos. Los estudios han demostrado la seguridad de la curcumina a dosis de hasta 12 g/día durante 3 meses (1).

            La curcumina (diferuloilmetano) es una molécula altamente pleiotrópica, que ya en 1949 se demostró que presentaba actividad antibacteriana. Desde entonces, se ha comprobado que este polifenol posee actividades anti-inflamatoria, hipoglucemiante, antioxidante, cicatrizante de heridas, además de las antimicrobianas. Extensos estudios preclínicos en las últimas tres décadas han indicado el potencial terapéutico de la curcumina contra una amplia gama de enfermedades humanas. Algunos estudios clínicos se han ocupado de la farmacocinética, seguridad y eficacia de este nutracéutico. Algunos efectos prometedores se han observado en pacientes con diversas enfermedades inflamatorias como el cáncer, la artritis, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la enfermedad del intestino irritable, la pancreatitis, la úlcera gástrica, el vitiligo, la psoriasis, enfermedades cardiovasculares como el síndrome coronario agudo y la aterosclerosis, la diabetes y sus consecuencias, como la nefropatía diabética o la microangiopatía diabética, la nefritis lúpica, etc. La curcumina ha demostrado también protección contra las afecciones hepáticas, la exposición crónica al arsénico y la intoxicación por alcohol (1,2).

            Se ha demostrado que la curcumina puede modular múltiples vías de señalización celular. Sus acciones pleiotrópicas en humanos emanan de su capacidad para modular la expresión de numerosas moléculas de señalización tales como citoquinas pro-inflamatorias, proteínas apoptóticas, el factor nuclear κB (NF-κB), la ciclooxigenasa-2 (COX-2), la lipooxigenasa-5 (5LOX), factor de respuesta de fase aguda (STAT3), la proteína C reactiva, la prostaglandina E2 (PGE2), el antígeno específico prostático (PSA), moléculas de adhesión, fosforilasa quinasa, factor de crecimiento transformante-β (TGF-β), etc. (2,3).

            Se han realizado muchos estudios en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) para evaluar el potencial de la curcumina como un anti-inflamatorio sin efectos secundarios significativos. Encontraron que los extractos de cúrcuma podrían beneficiar a los pacientes con EII, mediante la reducción del transporte inapropiado en las células epiteliales intestinales y aumentando la actividad promotora de los genes de citoquinas anti-inflamatorias como la interleukina-10 (IL-10). También se encontró que la curcumina disminuye significativamente la infiltración de neutrófilos y la secreción de TNF-α. Los estudios sugieren que el tratamiento oral con curcumina disminuye los daños del colon y se asocia con supresión de la activación de NF-κB en la mucosa colónica y reducción de las reacciones inflamatorias, de la peroxidación lipídica, y de la muerte celular apoptótica. La curcumina inhibió significativamente la quimiotaxis de linfocitos polimorfonucleares (PMN) así como la quimiotaxis de los neutrófilos humanos mediada por IL-8. Y puede inhibir la angiogénesis mediada por el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF) en las células endoteliales microvasculares intestinales humanas. Por lo tanto la curcumina puede representar un nuevo agente terapéutico dirigido a la activación endotelial en la EII (2,3).

            Como suele ser habitual con los productos naturales, sólo unos pocos estudios clínicos han sido publicados con curcumina en pacientes con osteoartritis (OA), informando de un efecto positivo sobre la reducción del dolor y la rigidez, así como de una mejora de la función articular. La curcumina también se ha probado en pacientes que padecían artritis reumatoide (AR), comprobando que presentaba muy buena eficacia, además de no provocar ningún evento adverso. Muchos estudios con animales y células in vitro y en pacientes con AR, han elucidado los efectos biológicos y los mecanismos moleculares de la curcumina en el tratamiento de la AR. El tratamiento con curcumina activó caspasa-3 y -9, reguló al alza Bax y a la baja Bcl-2 y Bcl-xL, y degradó la poli (ADP-ribosa) polimerasa (PARP) en los fibroblastos sinoviales de manera dependiente de la dosis, y también la supresión de la COX-2 con la inhibición de la síntesis de  PGE2  (4,5).

            Aunque en humanos no existen datos farmacocinéticos exhaustivos, los estudios demuestran que después de la administración oral de la curcumina se observa una baja biodisponibilidad, debido principalmente a su mala absorción, su rápido metabolismo y su rápida eliminación sistémica. No presentaba toxicidad relacionada con tratamientos de hasta 8 g/día, pero el gran volumen de curcuma fue inaceptable para los pacientes. Los estudios demostraron que después de la administración oral de 1 g/kg de curcumina en ratas, más del 75% de la curcumina se excreta en las heces y la cantidad detectada en la orina fue insignificante. Por lo general, la concentración sérica de curcumina alcanzó el máximo de 1 a 2 horas después de su ingesta oral y después se redujo en 12 horas. En otro estudio sólo detectaron curcumina en el suero de aquellos sujetos que se trataron con 10 y 12 g/día. La curcumina se metaboliza en el hígado, a través de la glucuronidación y la sulfatación. Los metabolitos de la curcumina como glucurónidos parece que carecen de cualquier actividad farmacológica. La eliminación sistémica de la curcumina es otro factor que contribuye a su baja biodisponibilidad. Se ha explorado cómo aumentar la biodisponibilidad de la curcumina mediante adyuvantes que pueden bloquear el metabolismo de la curcumina (6).

PIPER NIGRUM

            La piperina es un importante alcaloide vegetal obtenido de Piper nigrum L. y Piper longum L., ampliamente utilizado como condimento, especialmente en la India. En el campo farmacéutico, se sabe que la piperina posee actividad anti-inflamatoria, actividad antipirética, antifúngica,  antidiarreica, antioxidante, antitiroidea, antimutagénica, antitumoral, antidepresiva, analgésica,  hepatoprotectora, antihipertensiva, etc., y además, la piperina está validada científicamente como el primer promotor de la biodisponibilidad del mundo. Puede haber dos posibles mecanismos mediante los cuales la piperina actúa como biopotenciador: uno, promoviendo la rápida absorción de fármacos y nutracéuticos mediante cambios en la permeabilidad de las células epiteliales gastrointestinales; y dos, inhibiendo las enzimas metabólicas intestinales y hepáticas que participan en la biotransformación de fármacos y nutracéuticos (7).

            La piperina reduce la tasa de metabolismo de la curcumina y aumenta su absorción intestinal al aumentar el tiempo de residencia, alterar la dinámica de lípidos de membrana, así como alterar la conformación de las enzimas en el intestino. Por lo tanto la piperina ha demostrado ser un posible potenciador para aumentar la biodisponibilidad de fármacos hidrófobos como la curcumina. La piperina también inhibe las enzimas UDP-glucuroniltransferasas que catalizan la glucuronidación de la curcumina en el intestino y el hígado. Se estudió la combinación de la curcumina con la piperina en ratas y en humanos, y los estudios  demostraron que la administración concomitante de la curcumina con piperina produjo un aumento en la biodisponibilidad de la curcumina del 150% en ratas y del 2000% en el hombre (8).

BOSWELLIA SERRATA

            Durante siglos, la Boswellia serrata se ha empleado tradicionalmente en la medicina popular para el tratamiento de diversas enfermedades inflamatorias tópicas y sistémicas. Los estudios en animales y ensayos clínicos piloto apoyan el potencial del extracto de  Boswelia serrata (BSE) para el tratamiento de una variedad de enfermedades inflamatorias como la enfermedad inflamatoria  intestinal, artritis reumatoide, osteoartritis y asma. Por otra parte, en 2002 la Agencia Europea del Medicamento ha clasificado al BSE como un “medicamento huérfano” para el tratamiento del edema cerebral peritumoral que acompaña al glioma. Se espera que la administración del BSE sea asociada con una mejor tolerabilidad que la de los anti-inflamatorios no esteroideos (AINE).

            Hasta hace poco, los efectos farmacológicos del BSE se atribuían principalmente a la supresión de la formación de leucotrienos a través de la inhibición de la enzima 5-lipoxigenasa (5-LO) por los ácidos boswéllicos, ácido 11-ceto-β-boswéllico (KBA), ácido acetil-11-ceto-β-boswéllico (AKBA) y ácido β-boswéllico (BA). Uno de los requisitos previos más importantes para obtener los efectos antiinflamatorios del BSE in vivo es tener suficiente absorción y biodisponibilidad de estos ingredientes activos. Sin embargo, después de la administración oral de la BSE, sólo se observaron concentraciones muy bajas de KBA y de AKBA en plasma, mientras que había niveles 100 veces mayores del AB. En estudios in vitro, se ha comprobado que AKBA es el inhibidor más eficaz de la activación de NF-κB, pero la absorción de AKBA es tan baja, que se cree que las actividades antiinflamatorias del BSE dependen de los otros ácidos boswéllicos. Actualmente, la inhibición de la catepsina G (CATG) y la prostaglandina E sintasa microsomal (mPGES)-1 por el AB es considerado el principal modo de acción de la BSE (9).

            Recientemente, se aisló del BSE el acetato de incensol, un diterpeno de tipo cembrano. Se encontró que el acetato de incensol tambien posee propiedades antiinflamatorias, atenuando la expresión de TNF-α, IL-1b, IL-6 y PGE2 en monocitos periféricos humanos, de una manera dependiente de la concentración. Además, el acetato de incensol inhibió la expresión del ARN mensajero (ARNm) de TNF-α e IL-1b, lo cual indica una actividad de este producto sobre la regulación de la expresión de los genes implicados en la inflamación.

            A la vista de las propiedades anti-inflamatorias del BSE, se han realizado estudios clínicos con pacientes afectados de EII, demostrandose una buena eficacia en la enferemedad de Crohn, la colitis ulcerosa y la colitis colagenosa, comparable a la de ciertos fármacos empleados en las EII, como la prednisolona, mesalazina y sulfasalazina.

            Los ácidos boswéllicos, podrían alcanzar concentraciones suficientemente altas en el lumen intestinal, y podrían actuar como inhibidores de la 5-LO, inhibiendo la síntesis de leucotrienos B4 (LTB4). Sin embargo, el papel de los leucotrienos en la EII esta siendo cuestionado, ya que aunque los leucotrienos están elevados en la mucosa intestinal de pacientes con EII, la inhibición de la síntesis de leucotrienos con inhibidores selectivos de la 5-LO no produce beneficio terapéutico.

            Por otra parte, hay un creciente reconocimiento de que la activación endotelial es un componente determinante de la respuesta inflamatoria en los pacientes con EII. Una consecuencia importante de la activación endotelial es el incremento de la expresión de glicoproteínas que regulan la adhesión de leucocitos a la superficie de las células endoteliales y por lo tanto regulan el reclutamiento de leucocitos en el tejido inflamado. En estudios con EII experimental, se encontraron dramáticamente reguladas al alza las moléculas de adhesión VCAM-1, ICAM-1 y P-selectina en las células endoteliales.

            Estudios in vitro sugieren que la activación de NF-κB es un paso crítico en la patogénesis de la EII, y este aumento de la actividad de NF-κB se observó en pacientes con la enfermedad de Crohn. La activación del NF-κB en la EII también se asoció con altos niveles de citoquinas pro-inflamatorias en los macrófagos, como la IL-1, IL-6 y TNF-α. Por otra parte, el BSE suprimió completamente la expresión de VCAM-1 e ICAM-1 inducida por TNF-α en las células endoteliales microvasculares humanas (10).  Se ha observado un aumento de la expresión de ICAM-1 en la mucosa intestinal de EII activamente inflamada, lo que estuvo en línea con los niveles séricos elevados de ICAM-1 y VCAM-1 en pacientes con EII activa. La ICAM-1 hace que los leucocitos se adhieran y migren más allá de la pared endotelial de los vasos. Estudios en modelos animales y un estudio de intervención humana han demostrado que el bloqueo de ICAM-1 inhibe la inflamación intestinal.

Del mismo modo, el bloqueo de NF-κB en modelos animales abolió la colitis experimental. Y también se observó una atenuación de los síntomas de EII asociados con una disminución en los leucocitos circulantes y adherentes. Por lo tanto, se puede concluir que la inhibición de la activación de los leucocitos y/o la regulación a la baja de la ICAM-1 puede representar un importante mecanismo de acción del BSE en el tratamiento de la EII en los seres humanos, donde el AKBA presenta la mayor actividad inhibidora.

            En la medicina ayurvédica tradicional de la India, el BSE se ha utilizado durante siglos para tratar enfermedades artríticas. Varios ensayos clínicos piloto han evaluado los efectos de la BSE en pacientes con artrosis, encontrando mejoras estadísticamente significativas en el dolor y la función física en comparación con placebo. Por otra parte, un estudio reciente con BSE enriquecido con 30% de AKBA, se encontró que inhibe la enzima degradante del cartílago metaloproteasa 3 (MMP-3) en el fluido sinovial de pacientes con OA. El BSE redujo el dolor y mejoró la función física de manera significativa en pacientes con OA, y puede mejorar la salud de las articulaciones mediante la reducción de la degradación enzimática de cartílago. En estudios con modelo animal de artritis, el BSE presentó efectos positivos, reduciendo el número total de leucocitos en el fluido sinovial y mejorando síntomas como la cojera o el dolor local.

            Los inhibidores de la CATG tienen potencial en el tratamiento de ciertos trastornos inflamatorios tales como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfisema, lesión por reperfusión, psoriasis y artritis reumatoidea. Se ha observado que los ácidos boswéllicos suprimen potentemente la actividad de CATG de forma competitiva y reversible, ya que se unen potentemente al sitio activo del enzima, suprimiendo su actividad proteolítica.   Por otra parte, los ácidos boswélicos inhiben la quimioinvasión de neutrófilos activados mediada por CATG en humanos. Por último, la administración del BSE redujo significativamente la actividad CATG en sangre humana ex vivo versus placebo. En conclusión, CATG es un objetivo funcional y farmacológicamente relevante de los ácidos boswéllicos, y esta interferencia con la CATG podría explicar algunos de las actividades anti- inflamatorias de la BSE en la OA y la AR (9).

            Recientemente se ha encontrado que los ácidos boswéllicos suprimen la transformación de PGH2 a PGE2 mediada por la enzima inducible mPGES-1 en la membranas microsomales, de forma reversible e independiente de la concentración de sustrato. En particular, el BA (el mayor ácido boswéllico presente en BSE, y que alcanza mayor concentración en el plasma humano) fué asociado con la más potente supresión de PGE2 (11).

            Según estos hallazgos, se puede pensar que los efectos beneficiosos del BSE observados en modelos animales artríticos, así como en estudios clínicos de OA y AR, están relacionados con la interferencia con la síntesis de PGE2 debido a la inhibición directa de mPGES-1. Además, el BSE bloquea específicamente la síntesis de PGE2,  y por lo tanto no interfiere con la síntesis in vitro e in vivo de otros eicosanoides producidos por la COX que pueden tener importantes funciones fisiológicas (PGI2, tromboxano) o anti-inflamatorias (PGD2). Parece razonable sugerir que CATG y mPGES-1 son las principales dianas farmacológicas de los ácidos boswéllicos, especialmente del BA, y que el BSE puede representar un candidato prometedor para el tratamiento anti-inflamatorio de OA y RA, sin ejercer los graves efectos adversos asociados con los AINE y los corticosteroides.

REFERENCIAS

  

  1. GUPTA S. C. et al., (2013) Therapeutic Roles of Curcumin: Lessons Learned from Clinical Trials. The AAPS Journal,; Vol. 15, No. 1, January. 
  1. AGGARWAL B. B. Y HARIKUMAR K. B., (2009) Potential Therapeutic Effects of Curcumin, the Anti-inflammatory Agent, Against Neurodegenerative, Cardiovascular, Pulmonary, Metabolic, Autoimmune and Neoplastic Diseases. Int J Biochem Cell Biol.; 41(1): 40–59.
  1. B. B. AGGARWAL et al., (2013) Curcumin: an orally bioavailable blocker of TNF and other pro-inflammatory biomarkers. British Journal of Pharmacology; 169: 1672–1692.
  1. HENROTIN Y. et al., (2013) Curcumin: a new paradigm and therapeutic opportunity for the treatment of osteoarthritis: curcumin for osteoarthritis management. SpringerPlus; 2: 56.
  1. KUPTNIRATSAIKUL V. et al. (2014) Efficacy and safety of Curcuma domestica extracts compared with ibuprofen in patients with knee osteoarthritis: a multicenter study. Clinical Interventions in Aging; 9: 451-458.
  1. HE Y. et al. (2015) Curcumin, Inflammation, and Chronic Diseases: How Are They Linked? Molecules, 20: 9183-9213.
  1. SRINIVASAN K. (2007) Black Pepper and its Pungent Principle-Piperine: A Review of Diverse Physiological Effects. Critical Reviews in Food Science and Nutrition; 47: 735–748.
  1. SHOBA G. et al. (1998) Influence of Piperine on the pharmacokinetics of Curcumin in animals and human volunteers. Planta Medica; 64: 353-356.

  1. ABDEL-TAWAB M. (2011) Boswellia serrata An Overall Assessment of In Vitro, Preclinical, Pharmacokinetic and Clinical Data. Clin Pharmacokinet; 50 (6): 349-369.

  1. ROY S. et al., (2005) Human Genome Screen to Identify the Genetic Basis of the Anti-inflammatory Effects of Boswellia in Microvascular Endothelial Cells. DNA AND CELL BIOLOGY, Volume 24, (4): 244–255.

  1. SIEMONEIT U. (2011) Inhibition of microsomal prostaglandin E2 synthase-1 as a molecular basis for the anti-inflammatory actions of boswellic acids from frankincense. British Journal of Pharmacology; 162: 147–162.

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LA CALCIFICACIÓN VASCULAR

El envejecimiento es un proceso fisiológico normal, que se ve acelerado por diversos factores anómalos, sobre los cuales podemos intervenir con una correcta nutrición ortomecular. En este sentido, el proceso de envejecimiento que afecta a las arterias (la arterioesclerosis progresa transformando unas arterias flexibles en la juventud en una especie de tubos rígidos como de uralita), depende principalmente del depósito de fosfato cálcico o hidroxiapatita en la matriz extracelular de la musculatura lisa arterial. La alta incidencia de la mortalidad cardiovascular, en parte es debida a la calcificación de las grandes arterias, incluida la aorta. Este proceso que afecta a la población normal, es particularmente agresivo en la población afectada de enfermedad renal crónica (1,2).

Actualmente, no hay terapia que revierta la calcificación arterial, y sólo hay tratamientos que pueden atenuar su progresión, basados en reducir determinados factores de riesgo como los niveles de calcio o fosfato en sangre, utilizando agentes quelantes. Un estudio reciente ha concluido que el magnesio puede ser más eficaz que estos agentes quelantes a la hora de frenar el avance de la calcificación arterial (3).

Diversos estudios científicos han comprobado que una carencia de magnesio provoca un incremento de la velocidad de depósito de fosfato cálcico en las arterias. Se pensó que el papel del magnesio para frenar la deposición de hidroxiapatita era pasivo y de tipo fisicoquímico, sin embargo, un estudio ha demostrado que la acción del magnesio es activo. Se ha visto que las células musculares lisas de la arteria aorta, cuando tienen altos nives de calcio y fosfato, y  carencia de magnesio sufren una alteración en la expresión de determinados genes y comienzan a comportarse como osteoblastos, es decir, como células generadoras de hueso, creando una trama extracelular de proteinas generadoras de hueso como osteocalcina y la BPM-2 (bone morphogenetic protein o proteina morfogenética osea), y que aceleran la deposición de fosfato cálcico (4,5).

Los nuevos hallazgos han demostrado que el magnesio tiene el potencial para contrarrestar los procesos moleculares asociados a la calcificación vascular y que el transportador de magnesio TRPM7 juega un papel decisivo. El magnesio regula negativamente la calcificación vascular y la diferenciación osteogénica de las células musculares lisas arteriales, mediante el incremento de la actividad del receptor TRPM7 e incrementando la expresión de proteinas anticalcificación, incluyendo osteopontina y BMP-7. (6)

1.- Noordzij, M., et al.: Progression of aortic calcification is associated with disorders of mineral metabolism and mortality in chronic dialysis patients. Nephrol Dial Transplant (2011) 26: 1662–1669.

2.- Disthabanchong, S., et al.: Vascular calcification in chronic kidney disease: Pathogenesis and clinical implication. World J Nephrol  (2012) 6; 1(2): 43-53.

3.-  De Schutter, T.M., et al.: Effect of a magnesium-based phosphate binder on medial calcification in a rat model of uremia. Kidney International (2013) 83, 1109–1117.

4.- Louvet, L., et al.: Magnesium prevents phosphate-induced calcification in human aortic vascular smooth muscle cells. Nephrol Dial Transplant (2013) 28: 869–878.

5.- Louvet, L., et al.: Characterisation of calcium  phosphate crystals on calcified human aortic vascular smooth muscle cells and potential role of  magnesium. PloSONE (2015) 10(1): e0115342.doi:10.1371/journal.pone.0115342.

6.- Montezano, A.C., et al.:  Vascular smooth muscle cell differentiation to an osteogenic phenotype involves TRPM7 modulation by magnesium. Hypertension (2010); 2: 453–462.

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