En la vida de una mujer hay una etapa en la que debe preocuparse de tener una nutrición muy correcta: el embarazo y la lactancia.
El bebé necesita que su mamá tenga una dieta sana para que su desarrollo pre y post natal sea saludable y para esto, los suplementos dietéticos son de gran ayuda.
Cada vez hay más estudios que muestran los beneficios de los ácidos grasos omega 3, especialmente del DHA, para la mamá y el bebé, y han surgido muchos productos que los contienen destinados a la mujer embarazada y en lactación.
¿Porque el DHA es tan importante durante el embarazo?
Sabemos que durante el desarrollo prenatal, hay una gran demanda de ácidos grasos para la formación del cerebro del bebé, especialmente de DHA, el cual supone la mitad aproximadamente del peso de las membranas celulares del cerebro. Un tejido que aún necesita más DHA, es la retina.
Durante la gestación, el DHA comienza a acumularse rápidamente en el cerebro y la retina del bebé, y continúa haciéndolo a lo largo de los primeros años de su vida. Por esto, es muy importante que tanto la mamá como el bebé tengan suficiente DHA en su dieta, mediante suplementos dietéticos si es preciso.
Numerosos estudios demuestran también, que mantener niveles saludables de DHA durante el embarazo, mejora el desarrollo neurológico, incluido la memoria, el lenguaje y la vista. Estos estudios han comprobado que niveles más altos de DHA en los glóbulos rojos y el plasma de la madre, y en la sangre del cordón umbilical, están asociados a mejor puntuación en los test de medida del desarrollo neural y visual del niño.
Además, niveles más elevados de DHA en la leche materna, están asociados con mejor visión a los 2, 4 y 12 meses de edad.
De los beneficios para el bebé también participa su madre. En efecto, los estudios han demostrado que tomar DHA durante la gestación, puede extender la duración de esta, reduce la incidencia de nacimientos prematuros y de bebés con bajo peso al nacer, ayuda al bienestar mental de la madre reduciendo la posibilidad de padecer depresión postparto, reduce la aparición de diabetes gestacional y de resistencia a la insulina fetal, reduce la incidencia de alergias y alteraciones metabólicas, y reduce los daños cerebrales provocados por la hipoxia perinatal.
La madre debe comprender que la salud futura de su bebé está en sus manos, y que las bases para que su hijo sea un niño sano debe de ponerlas desde los primeros momentos de la gestación, cuidando mucho su alimentación y sus hábitos de vida.
¿Cuanto DHA es suficiente?
El embarazo y la lactancia están asociados con una bajada importante de las reservas maternas de DHA, debido a la transferencia de DHA al feto en desarrollo o al bebé lactante. Por lo tanto, si la dieta no puede, la suplementación es un medio para asegurar que la embarazada esta obteniendo suficiente DHA para si misma y su niño. Las autoridades sanitarias recomiendan el consumo de pescado varios días a la semana, durante el embarazo y la lactancia, pero indicando que es mejor el consumo de peces pequeños como la anchoa o la sardina, porque tienen bajo nivel de toxinas. Para las mujeres que no consumen pescado durante el embarazo, las autoridades europeas recomiendan la suplementación con al menos 200 mg diarios de DHA.
En mi opinión, esta recomendación es demasiado escasa y además no tiene en cuenta las características del suplemento que la mujer va a elegir. Hay comercializados multitud de preparados que publicitan contener DHA, pero no todos son iguales. Para alcanzar la máxima absorción de DHA, es importante su concentración, su proporción respecto de EPA (el otro omega 3 de cadena larga), y la forma química en la que se encuentra.
Sería largo detallar las razones técnicas, pero mi recomendación es un complemento que tenga una concentración del DHA superior al 80%, que tenga una proporción de DHA respecto a EPA lo más elevada posible, y que vaya en forma de triglicérido. Esto lo cumple DHA ORIGEN NPD1, cuya obtención parte de un aceite procedente de anchoas de las frías y limpias aguas del sur del Océano Pacífico, y que mediante el mejor método de purificación, llamado “Concentración Supercrítica con CO2”, se separa del resto de ácidos grasos así como de cualquier tóxico que pudiese tener. Cada cápsula de DHA contiene 1000 mg de DHA prácticamente puro en forma de triglicéridos.
Se ha comprobado que en Japón, cuya dieta es la más abundante en pescado de todo el mundo, la leche de las madres lactantes contiene una media del 1% de DHA respecto del total de grasas. Para alcanzar este porcentaje, una madre que no tomase pescado en su dieta, debería suplementar su alimentación a diario con algo más de un gramo de DHA. Considero lógico tomar como referencia este dato para recomendar que las mujeres gestantes y lactantes tomen al menos una cápsula de DHA, aunque si se tomasen 2, 3 ó 4 cápsulas, los beneficios tanto para el bebé como para la mamá serían cada vez mayores.
Javier Terán. Doctor en Bioquímica y Biología Molecular.