LA BERBERINA
La diabetes mellitus (DM) es un trastorno metabólico del sistema endocrino. Y la diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) es la forma predominante, y representa el 90-95% de todos los pacientes diabéticos. El proceso patofisiológico de la DMT2 es extremadamente complejo, pero muchas evidencias indican que el estrés oxidativo y la inflamación juegan un papel importante. El estrés oxidativo podría ser inducido por el exceso de algunos factores nutricionales como la glucosa y los ácidos grasos libres. El estrés oxidativo puede inducir o empeorar la resistencia a la insulina y la diabetes a través de múltiples mecanismos. El estrés oxidativo debido a las excesivas especies reactivas de oxígeno producidas por las mitocondrias, podría causar daños y la apoptosis de las células beta de los islotes pancreáticos y la reducción de la secreción de insulina. Además. puede activar las vías de señalización celular como el factor nuclear-kB y también interferir con la vía de señalización de la insulina y causar resistencia a la insulina. Además, el estrés oxidativo también contribuye al desarrollo de las complicaciones crónicas de la diabetes, tales como nefropatía diabética, retinopatía y neuropatía. Recientemente, los resultados de los estudios de laboratorio, así como investigaciones clínicas han demostrado que la diabetes es de hecho una enfermedad inflamatoria.
La terapia habitual para la DMT2 incluye una dieta equilibrada, ejercicio adecuado, consumo de fármacos hipoglucemiantes orales, y la inyecciones subcutaneas de insulina. Aunque se ha progresado mucho en los medicamentos antidiabéticos orales y la insulina, todavía existen carencias. La eficacia de los medicamentos antidiabéticos para lograr el control glucémico óptimo es sólo del 41%, que estaba lejos de ser satisfactoria, y ningún fármaco puede mantener el control de la glucemia estable durante años. Además, están la toxicidad y efectos secundarios potenciales de los fármacos antidiabéticos, tales como aumento de peso, pérdida de masa ósea y aumento del riesgo de eventos cardiovasculares. Por ejemplo, los potenciales efectos adversos de las sulfonilureas incluyen hipoglucemia, aumento de peso y daño cardiovascular; la pioglitazona parece aumentar el riesgo de cáncer de vejiga, edema, fracturas de huesos distales en las mujeres posmenopáusicas, etc.; la metformina causa malestar gastrointestinal y está contraindicada en los pacientes diabéticos con insuficiencia renal, enfermedad hepática o insuficiencia cardiopulmonar.
Hay 86 hierbas medicinales de uso frecuente en la DMT2 y sus complicaciones. Se ha demostrado que los tratamientos a base de hierbas naturales poseen un efecto antidiabético leve pero significativo y su uso a largo plazo puede ser útil en el alivio de algunas complicaciones de la diabetes. Además, el uso de la medicina herbal en combinación con fármacos permite reducir las dosis y la frecuencia de administración de estos, lo que reduce los efectos adversos, a la vez que
mejora la eficacia. A diferencia de los fármacos, que por lo general contienen un solo ingrediente activo, las hierbas medicinales incluyen varios ingredientes, que pueden regular integralmente las funciones del cuerpo a través de múltiples objetivos y mecanismos, consiguiendo el alivio de varios trastornos metabólicos (obesidad, hipertensión y dislipidemia) además de la diabetes. Además, las hierbas medicinales poseen menos toxicidad y efectos secundarios, siendo una buena alternativa para el tratamiento de la DMT2.
Entre los tratamientos herbales, la berberina ha despertado interés por su actividad hipoglicemiante e hipolipemiante. También ha demostrado efectos positivos en el tratamiento de la nefropatía diabética, neuropatía diabética y la miocardiopatía diabética. La berberina es un derivado del alcaloide isoquinoleína, que se obtiene principalmente de especies de plantas del género Berberis. Muchos estudios han indicado que la berberina posee multiples actividades terapéuticas: actividad antimicrobiana, antiprotozoaria, y antidiarreica para la diarrea bacteriana. Puede ser eficaz en el tratamiento de diversas enfermedades crónicas, incluyendo diabetes, enfermedades cardiovasculares (antihiperlipidémico y antihipertensivo), cáncer, depresión, y enfermedades inflamatorias. La actividad hipoglicemiante de berberina se debe a que regula el metabolismo de la glucosa a través de múltiples mecanismos y vías de señalización, como el aumento de la sensibilidad a la insulina, la activación de la vía de la proteín quinasa activada por adenosina monofosfato (AMPK), la modulación de la microbiota intestinal, la inhibición de la gluconeogénesis en el hígado, estimulando la glucólisis en las células del tejido periférico, la promoción de la proteína de secreción intestinal similar al glucagón (GLP-1), la regulación positiva de la expresión del mRNA del receptor de lipoproteína de baja densidad hepática, y el aumento del transportador de glucosa.
Algunos ensayos clínicos han demostrado la eficacia hipoglucemiante de la berberina, tanto sola como en combinación con otros fármacos. La dosis habitual es 500 mg tres veces al día y su eficacia hipoglucémica es similar a la de la metformina o la rosiglitazona. Los estudios indican que berberina es un potente agente hipoglucémico oral, que también tiene efectos beneficiosos sobre el metabolismo de los lípidos, reduciendo el colesterol total, el LDL y los triglicéridos. En general, la berberina es segura en el tratamiento de los pacientes con DMT2 y debido a su baja toxicidad se podría utilizar en pacientes diabéticos con hepatitis crónica.
REFERENCIAS:
Zheng Li y cols. (2014) Antioxidant and Anti-Inflammatory Activities of Berberine in the Treatment of Diabetes Mellitus. Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine.
Bing Pang y cols. (2015) Application of Berberine on Treating Type 2 Diabetes Mellitus. International Journal of Endocrinology.